TOLEDO, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los pestiños, las hojuelas y la mona de pascua son algunos de los dulces más demandados por los castellano-manchegos durante la Semana Santa, aunque los pasteleros de la región han coincidido en que la torrija sigue teniendo el primer puesto durante estas fechas, según ha recogido Europa Press.
No obstante, el dueño y pastelero de la pastelería Casamayor de Cuenca, Peter Guba, ha indicado que los pestiños son su producto más vendido. Se trata de una masa frita a la que se le da una forma particular y que luego se baña en miel y resulta "deliciosa" a los conquenses.
Además, ha explicado a Europa Press que otro de los dulces que venden en esta época son las rosquillas fritas de anís, que llevan huevo, anís, azúcar, harina, zumo de naranja, limón, canela y luego se fríen en aceite y se rebozan en azúcar.
Una de las novedades que Guba ha introducido este año en la pastelería Casamayor son las torrijas con Resoli --un licor típico de Cuenca--, y las de chocolate para los "más golosos".
En Tarancón (Cuenca), en la pastelería artesanal El Goloso, a diferencia de su capital de provincia, uno de los dulces que elaboran son los huevos de pascua de chocolate, que este año han sido decorados por pintores de la propia localidad.
DESDE EL MES DE MARZO
Además, una de sus trabajadoras, María del Carmen Martínez, ha confesado que llevan haciendo torrijas desde el mes de marzo porque en cuanto salió el primer rayo de sol los vecinos se acercaron a pedirles este dulce que tanto gusta en Semana Santa.
En Ciudad Real, el propietario de la pastelería-obrador de Tartypas, Juan Carlos Cruz, ha confesado que las recetas que utilizan para elaborar sus productos de Semana Santa tienen más de 50 años y que el dulce que más se vende en su pastelería en esta época son las torrijas y las flores manchegas.
Las flores manchegas son una masa que lleva harina, leche y aceite y que, según Cruz, antes las compraban más las personas mayores, pero desde hace unos años las compran también los más jóvenes.
En Tomelloso (Ciudad Real) la dependienta de la confitería La Gloria, María del Carmen Sánchez, ha dicho que su dulce "estrella" son las hojuelas, que se elaboran con azúcar, limón, canela y huevo y luego se fríen en la sartén.
Asimismo, el dueño de la pastelería y el obrador Hernando Guajardo de Guadalajara, Luis Hernando, ha dicho que el dulce típico de Semana Santa que más éxito tiene son sus torrijas, y que cada año mejora la receta de su bisabuelo, vendiendo al año una media de 1.500 kilos.
"REQUIERE MUCHO TIEMPO"
Hernando cree que el motivo de esta venta "tan alta" se debe a que es un dulce para el que se requiere mucho tiempo, mucho aceite de oliva y se te pone la cocina "perdida", por eso los guadalajareños prefieren ir a comprarlas antes que poner su cocina "patas arriba".
Además de las torrijas, este establecimiento también ofrece, el Sábado Santo y el Domingo de Resurrección, la mona de pascua, un bollo alargado o redondo, en el que se pincha un huevo de gallina en el centro.
De hecho, Hernando ha contado que en algunos pueblos de Guadalajara les ponen dentro, además del huevo, una rodaja de chorizo y una rodaja de lomo.
Tradicionalmente, según Hernando, este bollo lo regalaban los padrinos a sus ahijados y, por ello, en algunas ocasiones les han pedido que metan dentro hasta un billete de 50 euros.
Otra de las cosas que se hacían los niños con la mona de pascua era sacar el huevo del bizcocho --ya cuajado en el horno-- y rodarlo por el suelo para que se descascarillase y así podérselo comer.
En este obrador preparan también el bizcocho borracho, un bizcocho "especial" que una vez hecho, se pone en un tanque lleno de almíbar durante 50 minutos y luego cada pastelero le da su toque especial, que no se puede desvelar.
TORRIJAS AL HORNO
De otro lado, la empleada de la pastelería Gustos de Antes de Sigüenza (Guadalajara), Nerea Antón, ha explicado que los dulces que elaboran en su establecimiento son las torrijas y las monas de chocolate.
La torrija es el producto más vendido, debido a que la receta que utilizan tiene un "truquillo inconfesable" que proviene de su bisabuela. Este dulce estará a la venta hasta dos o tres días después de la Semana Santa para aquellos que se queden con ganas de más después del puente.
La dueña de la nueva pastelería Masamadre de Toledo, Carmen Santamaría, ha confesado que su establecimiento solo lleva abierto dos meses y que a pesar de estar escondido en el callejón de San José del casco antiguo de la ciudad, están teniendo "muy buena acogida".
Por ello, siendo el único obrador de Toledo que hace pan artesano se ha querido sumar a la celebración de la Semana Santa con las torrijas al horno, otra variante de este dulce tan exitoso en la región y en toda España.
Masamadre utiliza los ingredientes habituales de las torrijas, pero luego las mete al horno y una vez hechas les da el almíbar. Esta creación, que quizás sea más sana, también ha resultado "muy llamativa" para los toledanos que han apostado por esta torrija, en vez de la tradicional frita en la sartén.
INDUSTRIAS EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
El fundador de la Pastelería Francis de Ocaña (Toledo), Francisco García-Bravo, ha explicado que los dulces que realizan en su panadería en Semana Santa son las rosquillas Isabela, que se elaboran con huevos, harina y leche; la torrija tradicional de leche y vino; y el Borracho, un bizcocho que se prepara con una mezcla de licores que su fundador no ha querido desvelar.
García-Bravo ha aprovechado para lamentar que estas pequeñas industrias artesanales están en "peligro de extinción" y que hay que proteger a estos negocios para que no desaparezcan de la región.
Por otro lado, el dueño de la pastelería Loles Dulce y Salado de Albacete, Francisco Quijada, ha explicado que los dulces que elabora durante la Semana Santa son las torrijas --fritas o al horno con yema--, los rollos fritos, los buñuelos rellenos de crema, y los pestiños y los gañates, dulces de origen árabe que en vez de llevar levadura, consiguen el fermento con vinagre.
ROLLO FRITO
Una de las anécdotas que ha contado Quijada es que en cuanto sale un rayo de sol las personas se lanzan a las pastelerías, e incluso dos meses antes de la Semana Santa, para pedir torrijas, pero que en cuanto la Semana Santa acaba, si les han sobrado es imposible venderlas.
Por último, la dueña de la panadería y Confitería Diana de Hellín (Albacete), Emilia Ojeda, ha señalado que el dulce que más vende en Semana Santa es el rollo frito, un dulce que se elabora con zumo de naranja, aguardiente, huevo y harina y luego se fríe en aceite bien caliente. Esta receta que tiene tanto éxito proviene de una receta familiar que llevan elaborando "toda la vida".
Todos ellos han coincidido en que estos dulces son más demandados por las personas mayores que por los jóvenes y por ello temen que puedan desaparecer con el paso del tiempo.
No obstante, otros pasteleros castellano-manchegos creen que al ser dulces tan tradicionales, siempre al llegar estas fiestas algún miembro de la familia va a querer hacerse con ellos porque los sabores de toda la vida siempre se mantienen.