PUERTOLLANO (CIUDAD REAL), 12 (EUROPA PRESS)
Repsol y Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha han firmado este lunes el primer convenio para impulsar la recogida de aceite de cocina usado doméstico en la comunidad autónoma, un residuo que será destinado a la nueva planta de Puertollano que producirá en 2025 combustible renovable a partir de materias primas residuales.
El protocolo de actuación ha sido firmado por el director general de Transformación Industrial y Economía Circular de Repsol, Juan Abascal, y la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, en presencia del director de complejo industrial de Repsol en Puertollano, Arsenio Salvador, quienes han coincidido en destacar la trascendencia de esta colaboración público-privada para avanzar en los objetivos de descarbonización en el marco de la transformación industrial de Castilla-La Mancha.
En el transcurso del acto, Arsenio Salvador ha destacado el papel de Repsol como motor económico de la región, así como su compromiso por potenciar el tejido industrial y empresarial del municipio y de la comunidad autónoma.
En este sentido ha recordado que el desarrollo socioeconómico también pasa por la transición energética, "de la que este convenio será un ejemplo".
Salvador ha resaltado que el complejo petroquímico apuesta por consagrarse como centro de referencia de la economía circular, impulsando la reutilización de residuos en el ciclo productivo, como ya se está haciendo en la planta de recuperación de espumas de colchones usados o en la elaboración de combustibles renovables para la aviación.
De su lado, la consejera Mercedes Gómez ha alabado el esfuerzo inversor de Repsol en la investigación de tecnologías vinculadas a la economía circular, y ha ensalzado el protagonismo de este protocolo para impulsar la reutilización de aceites usados domésticos, ya que en la actualidad apenas se aprovecha el 5%.
El protocolo, que facilitará la normalización administrativa de la recogida, abunda en el objetivo de avanzar en la descarbonización y cumplir los objetivos de emisiones cero, implementando la recogida selectiva y la revalorización de residuos, ha dicho.
De hecho, Mercedes Gómez ha firmado el compromiso del Gobierno regional de avanzar en la valorización de más de 14,5 millones de toneladas de residuos, y para ello ha recordado un esfuerzo inversor que, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, ha puesto en marcha diversas líneas de ayudas hasta sumar un total de 14,5 millones de euros, unos 4 millones pertenecientes a la línea uno del programa para la separación de residuos.
SALDO EN LA APLICACIÓN WAYLET
Por su parte el director general de Transformación Industrial y Economía Circular de Repsol, Juan Abascal, ha explicado que todos los ciudadanos podrán depositar aceite de cocina usado en las estaciones de servicio de Repsol obteniendo a cambio 0,30 euros de saldo en la aplicación de cartera Waylet.
Abascal ha recordado que solo se recicla el 5% de las 180.000 toneladas de aceites usados generadas al año, y que esta nueva estrategia permitirá producir 0,9 litros de combustible renovable por cada litro de aceite de cocina recogido.
De este modo se esperan recoger en Castilla-La Mancha, en una primera fase, 0,5 millones de litros que evitarán la emisión a la atmósfera de 1.500 toneladas de CO2.
Abascal también ha puntualizado que Castilla-La Mancha contará a finales de 2024 con 30 estaciones de servicio en las que se recogerá este residuo, una de ellas en Puertollano.
LA NUEVA PLANTA DE REPSOL
Repsol sigue trabajando en el desarrollo de la nueva planta del complejo petroquímico de Puertollano que producirá combustibles tipo diésel a partir del procesamiento de aceites de fritura usados, entre otras materias primas.
Estas instalaciones se pondrán en marcha en el año 2025, si todo sale según lo previsto.
La futura planta, puesta en marcha tras la reconversión de una antigua unidad construida en la década de los sesenta, producirá combustibles para coches, camiones y barcos con productos residuales, como el aceite usado de fritura que se usa en la cocina, que será procesado para fabricar un combustible renovable tipo diésel apto para el transporte a las estaciones de servicio en las actuales flotas vehiculares, dado que es perfectamente compatible con el sistema logístico de hidrocarburos.
La compañía prevé para esta planta una inversión superior a 120 millones de euros. Cuando entre en funcionamiento producirá 240.000 toneladas de combustibles renovables al año. Según la empresa, esta producción conllevará una reducción de 750.000 toneladas anuales de emisiones de CO2 en el sector de la movilidad.