TOLEDO, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Eurocaja Rural, Javier López Martín y su director general, Víctor Manuel Martín López, han inaugurado la Sala de la Real Fábrica de Armas en la Academia de Infantería de Toledo, una vez finalizados los trabajos de recuperación tras los daños ocasionados por el temporal 'Filomena'.
Esta sala fue restaurada fruto de un acuerdo de colaboración entre ambas instituciones para la conservación de este importante conjunto histórico y monumental, en cuanto a su mobiliario, iluminación, tallas, cuadros, premios de Ferias Internacionales, lámparas y el propio suelo, conservándose así, en perfecto estado, los artículos y trabajos originales que habían sido trasladados a la Academia de Infantería tras el cierre de la fábrica, a finales del siglo XX.
En la inauguración, que contó con la participación del general de división Fernando Barrón Clavet, director de enseñanza, instrucción, adiestramiento y evaluación del Ejército de Tierra, también han estado presentes el que fuera coronel director de la Academia de Infantería hasta octubre, Antonio Armada Vázquez, y su sustituto en el cargo, el coronel director actual, Álvaro Díaz Fernández, ha informado Eurocaja Rural en nota de prensa.
El acuerdo de colaboración, firmado en agosto por ambas entidades, tiene como finalidad la conservación del patrimonio artístico, cultural, histórico y funcional que representa la Sala Real Fábrica de Armas.
En el transcurso de la celebración, ambas instituciones han reiterado su compromiso en favor del desarrollo de acciones conjuntas que salvaguarden el patrimonio material e inmaterial, pues son imprescindibles para conservar la historia, identidad, legado y valores.
LA SALA
Debe su nombre a la antigua Fábrica Nacional de Armas de Toledo, que fue fundada en 1761, en la antigua Ceca de Toledo o Casa de la Moneda, destinándose, fundamentalmente, a la fabricación de espadas.
Sin embargo, en 1777 fue trasladada fuera de la ciudad, a orillas del río Tajo, en el sitio llamado "playa de las Barcas", para poder utilizar su fuerza hidráulica, donde permaneció hasta su cierre definitivo, en 1996.