TOLEDO, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Sindicato de Enfermería (Satse) ha convocado, junto al resto de sindicatos integrantes de la Junta de Personal del Área 1, una concentración para este miércoles, 8 de junio, a las 14.30 horas, en las puertas del centro de salud de Palomarejos de Toledo, como señal de repulsa por la agresión sufrida por una enfermera del Centro de Salud de Chozas de Canales.
Este sindicato ha animado al resto de trabajadores del centro y al conjunto de la ciudadanía a que acudan a este acto para que también muestren su rechazo a las agresiones.
En nota de prensa, ha denunciado que, a pesar de esta realidad, desde la Administración no se están adoptando medidas que minimicen estos riesgos, observando además, que esta desprotección que los profesionales describen como "sentirse vendidos", parece asumirse como parte del "quehacer profesional", como si nada pudiera evitarlo.
Por ello, ha exigido que "no haya demoras ni excusas en llevar a cabo de manera urgente tantas actuaciones sean necesarias, para hacer frente al peligro al que se enfrentan los profesionales sanitarios en el día a día en sus puestos de trabajo".
De igual modo, ha reclamado a la Gerencia de Atención Primaria de Toledo que se identifiquen los entornos de atención "potencialmente peligrosos" y se elabore un protocolo de actuación con el fin de evitar las agresiones a los profesionales sanitarios.
Además de demandar un registro de los mismos para que sean conocidos por cualquier profesional que deba prestar atención sanitaria y puedan establecer las medidas oportunas de seguridad y protección, también ha reclamado que se realice un protocolo de asistencia sanitaria en los casos en los que haya que prestar cuidados en los entornos identificados como de riesgo, con el fin de garantizar la seguridad de la atención sanitaria del paciente y del profesional sanitario que la desarrolla.
Y es que Satse ha alertado de que en los últimos seis meses, solo en la provincia de Toledo, se han producido tres agresiones físicas, además de las que se han podido producir de manera verbal, que en muchos casos no se denuncian, con secuelas físicas y/o psicológicas importantes para los profesionales sanitarios que las padecen, todas ellas tras acudir a un domicilio bien por un aviso urgente o por la necesidad de atención programada, como en este último caso.
Por ello, desde la organización sindical se pregunta "cuántas agresiones más y de qué gravedad son necesarias que ocurran para que se tomen decisiones en materia de prevención y seguridad efectivas".