Juzgados desde este miércoles en el Juzgado de lo Penal número 1 de Cuenca
CUENCA, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
Siete de los detenidos en el marco de la operación 'Brutus' como presuntos integrantes de una banda considerada peligrosa que fue desarticulada en diciembre de 2009 y que operaba en la provincia de Cuenca --J.M.S.O., C.D.U., V.J.C., D.A.C., A.P., R.d.C. y J.M.P.S.-- acusados de asociación ilícita, amenazas, extorsiones, lesiones o detención ilegal, entre otros delitos, han negado este miércoles los hechos que se les imputan a lo largo de la primera sesión del juicio que se sigue contra ellos en el Juzgado de lo Penal número 1 de Cuenca.
El primero en declarar, J.M.S.O., ha afirmado que conocía al resto de su participación en clases de defensa personal en un gimnasio, pero ha dicho no recordar si a finales de 2009 algún miembro de la banda abordó, secuestró y trasladó hasta la localidad de La Frontera para propinarle una paliza al joven M.O.G., que habría colaborado en la desarticulación de la banda y apareció muerto en Cañaveras posteriormente, ya que ha asegurado, además de no haber estado nunca en dicho municipio, en aquel momento "tenía poco trato con ellos". "No éramos amigos de la infancia, conocidos como mucho", ha agregado.
Asimismo ha dicho no tener constancia de que el resto de integrantes se dedicase a la extorsión ni al robo, ya que, según su testimonio, los jóvenes se reunían para ir al gimnasio o a "tomar una Coca Cola", por lo que tampoco acudió a reuniones ni recibió órdenes directas para la comisión de ningún delito o intimidó a M.O.G. amenazando con dañar a su familia si no accedía a sus órdenes para que delinquiera.
En el mismo sentido, C.D.U. ha aseverado que solo tenía relación estrecha con R.d.C., mientras el resto "eran conocidos" y ha negado haber entrado, también en 2009, a un domicilio de la Puerta de Valencia de la capital para golpear con una barra de hierro a sus ocupantes y sustraerles droga y dinero así como haber participado en la paliza que, supuestamente, habría recibido uno de los acusados, A.P., en el mismo año por parte de varios miembros de la banda, tal y como habría reconocido en su declaración en Comisaría, a lo que ha alegado que en aquel entonces llevaba poco tiempo en España y "a lo mejor se entendió mal".
En su declaración ha dicho no conocer "de nada" a M.O.G. y ha negado haberse reunido para dar o recibir consignas para delinquir.
Por su parte, R.d.C., ha negado liderar ni formar parte de una banda organizada, haberse reunido con los acusados para planificar robos o instigar a nadie a que lo hiciese y ha calificado como "totalmente falso" que hubiese participado en el secuestro y posterior agresión a M.O.G. en La Frontera, un joven "conocido por lo que hacía" y con quien no mantenía "ninguna relación", ya que, por su diferencia de edad, el acusado "no tenía absolutamente nada que ver con él". Tampoco participó ni recibió órdenes, aduce, para agredir a A.P.
J.M.P.S. ha negado haber sido la "cabeza pensante" y ordenar la ejecución de ningún tipo de delito y, tras admitir que a la mayoría "solo los conocía del gimnasio" y que "nunca" habían coincidido todos hasta este miércoles, ha defendido que tampoco participó en la agresión a A.P., a quien solo conocía "de vista", ni en el secuestro y agresión a M.O.G., a quien conocía porque el padre de la víctima era cliente de la carnicería de su familia.
En la misma línea, V.J.C. ha advertido de que no conoce al resto de acusados "casi de nada", ya que solo había coincidido en el gimnasio con R.d.C. o C.D.U. y había sido amigo de A.P., pero en el momento de los hechos estaban "distanciados".
Tras precisar que a M.O.G. le conocía de jugar al fútbol en una plaza, ha negado haber estado nunca en La Frontera y haber instigado a la víctima a ejecutar ningún delito. En este punto, ha admitido haber recibido varias llamadas desde la Comandancia de Priego en la madrugada de la agresión a M.O.G., alegando que había sido la propia víctima la que se puso en contacto con él porque unos "amigos rumanos" le habían dejado tirado allí.
Además, ha declarado no haber participado en la agresión que algunos miembros de la banda habrían protagonizado contra los inquilinos de un domicilio de la Puerta de Valencia, por lo que ha negado también haber enviado a nadie para exigirles dinero o haber recibido dicha orden.
Como el resto de sus compañeros, ha negado haber intervenido en la paliza a A.P., ya que, asegura, "ya no tenía relación" con él por antiguas desavenencias, al igual que su hermano, D.C, quien ha admitido una "relación deportiva" con el resto de acusados, asegurando que es "totalmente falso" que participase en la agresión a M.O.G., a quien "evitaba, porque tenía conocimiento de que era un ladrón, estafador, mentiroso compulsivo y colaborador de la policía", ha añadido, asegurando que ni siquiera tenía conocimiento de su fallecimiento.
A.P. ha confesado haber sufrido una agresión en noviembre de 2009, por la que recibió tratamiento con antiinflamatorios y analgésicos y de la que, aunque luego se retractó, tanto en Comisaría como en el Juzgado acusó a varios compañeros de la banda, según él tras recibir "coacciones policiales" en un momento en que "era altamente manipulable".
También ha negado haberse reunido ni mantenido contacto telefónico ni personal con el resto de acusados así como haber recibido o dado órdenes para delinquir ni haber extorsionado a ninguna persona.
La jueza ha desestimado la petición de los cinco letrados de la defensa solicitando la nulidad de todo el proceso por falta de competencia del Juzgado de lo Penal para conocer de algunos delitos que se imputan a sus defendidos, así como falta de motivación del oficio policial en el que se apoyaron las posteriores actuaciones de entrada y registro de domicilios o las intervenciones telefónicas a los acusados.
La vista oral se reanudará el viernes con la declaración de varios testigos.