ALBACETE, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
El yacimiento del Cerro del Cuchillo de Almansa (Albacete) acaba de incorporarse a la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra (www.listarojapatrimonio.org) y que recoge más de mil monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.
El yacimiento del Cerro del Cuchillo de Almansa (Albacete), fue descubierto en 1982 y, durante diez años, de 1986 a 1996, fue excavado sacando a la luz los vestigios que bajo este cerro se albergaban y que atestiguaban el uso prolongado de este poblado de la Edad del Bronce.
Sin embargo, tras el periodo de excavaciones, el yacimiento quedó abandonado, sin ningún tipo de plan de musealización ni de mantenimiento con los que hacer frente a su continuo deterioro, ha informado Hispania Nostra en un comunicado.
Actualmente, los espacios y estancias del recinto se encuentran repletos de maleza, lo que condiciona el derrumbe de muros y la imposibilidad de visitar dicho yacimiento, de manera que no se puede llegar a apreciar mínimamente su disposición y características, que cada vez se ven más alteradas.
Numerosos tramos se encuentran ya derruidos mientras que otros aún resisten, pero el avance de la vegetación augura el mismo destino para estos, que ya muestran síntomas de su alta fragilidad.
Por otro lado, este estado de abandono ha favorecido el expolio, que ha sido continuado durante todos estos años, perdiéndose con estos robos gran parte del material arqueológico existente.
El cerro presenta una forma troncocónica con irregularidades a las que se tienen que adaptar las construcciones. La superficie del poblado aproximadamente es de unos 60 metros de largo y 20 metros de ancho, con un desnivel de 3 metros, ya que el asentamiento se extiende también por las laderas.
Posee un complejo sistema de acceso y defensa, con escasos paralelos por el momento, al menos en los poblados de Castilla-La Mancha. El yacimiento presenta tres líneas de construcciones exteriores, en cuyo interior encontramos una plataforma de planta rectangular emplazada en la parte más elevada del cerro y una zona de paso a modo de calle que discurre por la cresta del cerro en la que, en ocasiones, se pueden apreciar marcas de posibles postes que organizaban los espacios internos.
A ambos lados de la misma se organizan los espacios habitacionales, constituidos por una sola estancia que puede estar compartimentada con elementos arquitectónicos como bancos, suelos a diferentes alturas y tabiques de maderos.
Durante las excavaciones se documentaron casi una veintena de enterramientos, sobresaliendo aquellas con sus estructuras funerarias muy bien conservadas, mayoritariamente cistas de piedras, donde se enterraban tanto a individuos adultos como niños, mayoritariamente de forma individual y sin ajuar personal o ritual alguno.
En las excavaciones se documentaron numerosos útiles, enterramientos y cerámicas, destacando entre estas la conocida como Vaso de los Soles debido a su decoración, única en Castilla-La Mancha, y que se encuentra en el Museo Provincial de Albacete.
Al parecer, la ocupación del poblado se prolongó alrededor de 400 años, en torno al 1.500 a.C., en momentos avanzados del Bronce Antiguo y el Bronce Pleno.