El activista contra la esclavitud infantil Ehsan Ullah Khan trabaja para crear una fundación en España

El activista pakistaní contra la esclavitud infantil, Ehsan Ullah Khan, junto al presidente del CES de Castilla y León, Enrique Cabero.
El activista pakistaní contra la esclavitud infantil, Ehsan Ullah Khan, junto al presidente del CES de Castilla y León, Enrique Cabero. - EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 19 mayo 2022 14:07

   Un informe de la OIT señala que 160 millones de niños en todo el mundo siguen trabajando

   VALLADOLID, 19 May. (EUROPA PRESS) -

   El activista pakistaní contra la esclavitud infantil Ehsan Ullah Khan ha asegurado este jueves en Valladolid que trabaja para la creación de una fundación, posiblemente con sede en España, que llevará el nombre del niño liberado y asesinado en 1995 Iqbal Masih y para lo que cuenta con la colaboración del presidente del Consejo Económico y Social de Castilla y León, Enrique Cabero.

   De hecho, Ullah Khan ha participado este jueves en una nueva sesión de la iniciativa AUDACES con la que el CES organiza encuentros en forma de "audiencias activas" para compartir conocimientos e informaciones sobre asuntos económicos y sociales.

   El protagonista este miércoles es el periodista y activista pakistaní Ehsan Ullah Khan, que como él mismo ha relatado trabaja en la lucha contra la esclavitud infantil desde "hace 55 años" y que adoptó en su país al niño Iqbal Masih, a quien previamente había podido liberar del trabajo forzado en los telares, pero fue asesinado en el año 1995 cuando era adolescente.

   Desde entonces, la labor de Ullah Khan se ha centrado en seguir concienciando contra la esclavitud infantil, pero también ha tenido que dedicarse a "limpiar el nombre" de Iqbal, pues tanto en su país como algunas voces en occidente dudaron de la veracidad de la historia e incluso llegó a ser acusado del asesinato por el Gobierno del país asiático.

   En esa tarea, el siguiente paso de Ullah Khan, como ha apuntado este jueves, puede ser la creación de una fundación que lleve el nombre de Iqbal Masih y que posiblemente tendrá su sede en España, ya que colabora con representantes del país entre los que está su "amigo" el presidente del CES, Enrique Cabero, con quien trabaja en ese proceso de constitución.

   "Algún día Iqbal no solo será mi héroe, sino que será el héroe de todo el mundo", ha expresado Ullah Khan.

   En declaraciones a los medios de comunicación, recogidas por Europa Press, el activista ha repasado sus décadas de lucha contra este problema que, ha advertido, se ha vuelto a "agravar" como consecuencia de la pandemia y de hecho en su país de origen, según explica, prácticamente se había erradicado cuando él tuvo que abandonarlo al sentirse "amenazado" y ahora vuelve a verse esclavitud porque ha reprochado que al Gobierno no le "interesa" luchar contra ella.

   Ullah Khan ha recordado que hace ya 55 años que trabaja en este asunto y ha recalcado que ha contribuido a "liberar" a "millones" de esclavos, muchos de ellos niños y sobre todo gracias a la ley que consiguió que promoviera el gobierno pakistaní en 1992 para perseguir el trabajo esclavo infantil.

   Pero, además, ha relatado, había que dar una alternativa a esos niños, ya que ha explicado que si no tenían trabajo ni otra cosa que hacer acabarían siendo captados por la mafia. Por ello, apostó por la educación, lo que exhibe en su discurso esgrimiendo firmemente un bolígrafo.

"QUE TENGAN UN BOLÍGRAFO EN LA MANO"

   "Piensen quién hace los productos que consumimos. Cuando compramos una camisa, si está confeccionada por niños, significa que estamos pagando el sueldo de cinco niños esclavos. Jesús dijo que los niños tenían que ser amados, y lo hemos olvidado", ha reflexionado el activista, antes de enfatizar que se debe proteger a los niños, "que tengan un bolígrafo en la mano".

   Así, la fundación que constituyó en su país abrió 250 escuelas en Pakistán que llegaron a albergar a 12.500 niños que habían sido esclavos. Uno de ellos fue Masih, a quien Ullah Khan tuvo que adoptar en 1992 debido a que "la mafia" quemó la escuela que se había abierto en la zona en la que vivía y había amenazado a su familia, de etnia cristiana pakistaní.

   Después de escolarizarse y de avanzar cuatro cursos educativos en dos años, Iqbal fue asesinado en 1995 a los "12 años" según la versión de Khan. Sin embargo, el propio Gobierno de la presidenta Benazir Bhutto se difundió la "mentira" de que Masih no era en realidad un niño, que nunca había trabajado en los telares y que le había asesinado el propio Khan, extremo este último que llegaron a defender también el padre, los tíos y los primos del niño.

   Ante esta situación, por la que el activista se sentía amenazado, aprovechó su presencia en unas reuniones en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra (Suiza) para solicitar asilo en Europa y finalmente fue Suecia el país que se lo concedió, de modo que ahora ostenta esa nacionalidad.

   Pero tras su asilo, Khan comprobó como la prensa de algunos países --ha señalado a medios como The Observer, The Guardian y University of California Press-- publicaron artículos y libros en su contra, lo que desembocó en un litigio que se resolvió, según Khan, de manera favorable a sus intereses, por lo que estos medios tuvieron que "disculparse".

   El activista pakistaní ha recalcado que la prensa española "ha sido la única" que no ha escrito nada en su contra.

INFORME DE LA OIT

   Por su parte, Enrique Cabero ha querido destacar la importancia de la figura de Ullah Khan en esta lucha contra la esclavitud así como el "símbolo" que representa Iqbal Masih, a quien se sigue recordando actualmente, si bien ha recalcado que "todavía hay mucho que hacer" en esta materia.

   Cabero ha apuntado que se celebra actualmente una Conferencia mundial en Sudáfrica para abordar la erradicación del trabajo infantil y en un informe presentado en ella se indica que todavía existen en el mundo unos 160 millones de niños atrapados en el trabajo, "especialmente en regiones rurales y sobre todo en la agricultura y con sus familias" ya que como ha recordado Cabero, se ha prohibido la esclavitud infantil, pero el trabajo de los menores necesita urgentemente una regulación.