LEÓN 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
El hombre acusado de asesinar a Roberto Larralde, José Ramón Vega, ha asegurado este martes en su declaración en la Audiencia Provincial de León que no cometió el crimen de Roberto Larralde porque era su amigo "y nunca se le pasaría por la cabeza", a lo que ha añadido que con su retroexcavadora "podría hacer un agujero de cuatro metros en cinco minutos, enterrarte y que no le encontrara nadie".
La Fiscalía solicita para José Ramón Vega una pena de 20 años de prisión, mientras que la acusación pide 25 años, por un presunto delito de asesinato, por ser acusado de llevar a la víctima al lugar del crimen y dispararle por la espalda causando su muerte, tras lo que ha asegurado la acusación particular que le golpeó en costillas y genitales. Todo ello, en un plan criminal que ambas acusaciones consideran que ha sido urdido por la viuda de Larralde, Miriam Caballero, y su amante, Julio López.
En la declaración prestada este martes por el acusado de ser el autor material de los hechos, éste ha accedido a responder únicamente a las preguntas de su defensa, ante las que ha defendido en todo momento su inocencia en el asesinato del ex boxeador Roberto Larralde y ha asegurado que cuando descubrió que este había fallecido "se le vino el mundo encima".
No obstante, José Ramón Vega sí ha reconocido haber visto a Roberto Larralde la noche de su muerte, ya que ambos acudieron a Santa Olaja de la Rivera para dar, juntos, "un palo de chocolate", es decir "robar una gran cantidad de droga".
Así, el acusado ha asegurado que ambos acudieron en su vehículo al margen izquierdo del río Bernesga, frente a la gravera situada en Santa Olaja de la Rivera, donde se encontraron con tres personas del Este en un vehículo marca BMW, de los que Roberto Larralde conocía a uno de ellos, los mismos que decidieron que Vega debía irse de allí "porque no se encontraba en condiciones", quedando Larralde a solas con ellos tres.
Fue al día siguiente cuando, según el relato de José Ramón Vega, volvió a encontrarse con las personas que vio la noche anterior, en esta ocasión para prestarles su máquina excavadora en el supermercado Aldi de Puente Castro, donde se la devolvieron unos veinte minutos después.
En su declaración, el presunto asesino de Larralde ha afirmado haberle entregado su teléfono móvil a Carlos Heli en la noche del crimen, así como haberle dicho a su mujer "ya estamos los cinco en prisión" al referirse también a Julio, Miriam, Carlos y Froilán, pero "por decir algo porque no hubo ningún crimen con ellos".
Asimismo, José Ramón Vega ha asegurado que se siente "engañado y utilizado", aunque no ha sabido matizar si "por Julio, por otras personas o por las personas del Este que estuvieron con Roberto Larralde".