La víctima, que declaró tras un biombo, se encuentra bajo tratamiento psicológico y dice que el individuo la atacó por la espalda
VALLADOLID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El hombre acusado de robar una gasolinera ubicada en Arroyo de la Encomienda (Valladolid) y agredir a la empleada que se encontraba en el establecimiento aseguró no recordar nada de lo ocurrido y que se encontraba bajo los efectos de la cocaína y del alcohol.
J.R.A, que declaró este viernes en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Valladolid, afirmó que en la época en la que ocurrieron los hechos, en julio de 2009, era consumidor habitual de cocaína, con dosis de entre 0,5 y un gramo diarios "y de ahí en adelante" en función de las circunstancias, y además bebía alcohol "en grandes cantidades".
El joven explicó que cuando consumía a veces mostraba un carácter "brusco, arisco" que podía dar sensación de "violencia" pero aclaró que "jamás" había tenido peleas o problemas con la justicia pese a tomar drogas desde los 17 ó 18 años y llegar a gastarse los 1.000 euros que cobraba más las "extras" de entre 400 y 500 euros en droga.
J.R.A, que negó conocer a la víctima, explicó que el día antes de los hechos había cobrado "en mano" las horas extras, adquirió cocaína y después se fue a bares de la zona de Covaresa, tras lo que "cree" que no volvió a casa, ya que sólo recuerda dos o tres horas de aquel día, "lagunas" que ya había sufrido en otras ocasiones.
Por su parte, la víctima, que solicitó declarar tras un biombo, afirmó que el joven llegó a la gasolinera en torno a las 18.30 horas del día de los hechos y se comportó como una persona "normal", sin llamar la atención, algo que corroboró el responsable de la gasolinera en la que tuvo lugar la agresión.
N.J.P. explicó que el supuesto agresor tomó cuatro cervezas en la cafetería de la gasolinera y realizó varias llamadas en las que pedía que le fueran a buscar, pero a las 21.00 horas le pidió el teléfono de los taxis aunque cree que no llegó a pedirlo, dado que no apareció vehículo alguno.
Minutos más tarde, mientras ella fregaba el suelo del establecimiento, el joven la atacó por detrás, la agarró del cuello e intentó estrangularla, según su relato, en el que no pudo aportar más detalles al no acordarse de lo que ocurrió posteriormente.
SECUELAS PSICOLÓGICAS
La joven afirmó que se encuentra en tratamiento psiquiátrico desde entonces y mientras días antes era "muy alegre" ahora no puede salir de casa y le da miedo incluso coger el coche por la noche. De hecho, incidió en que toma medicación y ello la permite dormir.
A lo largo del juicio se visionaron las imágenes captadas en la gasolinera el día de los hechos y se pueden apreciar detalles como el hecho de que el acusado se apartarse para permitir fregar a la víctima y posteriormente la atacara por detrás, la tirase al suelo y la agrediera con diferentes golpes y patadas en la cabeza, pese a lo que la víctima sólo sufrió lesiones consideradas leves y no fue necesario su ingreso, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
El brote de agresividad, según los médicos forenses que declararon en el juicio, es compatible con el consumo de cocaína y se pudo ver agravado con el consumo de alcohol.
Así, finalmente, el fiscal aceptó la atenuante de drogadicción, sin embargo no modificó su petición de penas global de ocho años de prisión por sendos delitos de homicidio en grado de tentativa en concurso con un robo con violencia --solicita cinco y tres años y medio, respectivamente--, así como el pago de más de 6.000 euros en favor de la empleada en concepto de secuelas y lesiones, petición a la que se sumó la acusación particular.
Por su parte, la defensa solicita un global de un año de prisión por un delito robo con violencia y otro de lesiones, con la agravante de ensañamiento y las atenuantes de drogadicción y reparación del daño causado, ya que cuando su patrocinado atracó la gasolinera supuestamente llevaba varios días consumiendo alcohol y cocaína y además, desde su reclusión en el penal de Villanubla, viene consignando desde hace meses una cantidad determinada para hacer frente a la responsabilidad civil de su acción.
Los hechos se remontan a la noche del día 1 de julio de 2009, fecha en la que, sobre las 22.15 horas, un varón de unos 30 años, complexión fuerte, vistiendo pantalón azul y camiseta, el cual se encontraba en el interior de la gasolinera realizando consumiciones desde hacía unas dos horas, aprovechó el momento en el que la empleada se quedó sin clientela para abalanzarse sobre ella, agarrarla por el cuello y tirarla contra el suelo, golpearla continuadamente y, según el fiscal, intentar estrangularla.
El agresor sustrajo el dinero en efectivo de la recaudación, unos 420 euros, y el vehículo particular de la empleada, un turismo, Rover modelo 216.
Fruto de las investigaciones, la Guardia Civil detuvo seis días después al presunto responsable J.R.A, que por entonces contaba con 28 años, vecino de Valladolid y sin antecedentes.