SALAMANCA, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Salamanca trabaja con la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp) desde el año 2001 y fruto de este trabajo coordinado desde el Centro de Información y Asesoramiento a la Mujer (CIAM) del Ayuntamiento, se ha atendido a 625 mujeres, de las que 126 mostraban indicios de trata o explotación sexual.
El 55 por ciento de ellas se encontraban en situación irregular y el 53 por ciento tenía una edad entre 36 y 55 años, destacando como procedencias Colombia, Brasil y República Dominicana.
En este sentido, la Casa de la Mujer 'Clara Campoamor' ha acogido este martes una mesa redonda contra la trata de personas con fines de explotación sexual, organizada por el Ayuntamiento de Salamanca y Apramp, dentro de la programación de la Escuela Municipal de Igualdad, con la participación de representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y de asociaciones de mujeres de la ciudad.
La concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades, Miryam Rodríguez, ha destacado el trabajo conjunto del Ayuntamiento con Apramp desde el año 2001 a través de diferentes convenios que han permitido llevar a cabo diferentes actuaciones para prevenir la trata de personas con fines de explotación sexual y en situación de prostitución, tal y como ha señalado el consistorio salmantino en un comunicado recogido por Europa Press.
Así, durante más de dos décadas se viene actuando de forma interdisciplinar mediante la prestación de un servicio de información, asesoramiento y apoyo a estas mujeres, atención psicológica, jurídica, social y sanitaria, así como el desarrollo de talleres de formación laboral y ocupacional.
A través de Apramp se detecta, previene y acompaña en el proceso de atención a situaciones de violencia ejercida contra las mujeres. Las mediadoras son mujeres que han superado situaciones de trata y explotación y que hoy en día prestan apoyo y acompañamiento social a otras en situación de explotación sexual.
Semanalmente, como han señalado desde el Ayuntamiento, las mediadoras acuden a los espacios de prostitución, tanto del área urbana como rural, llevando material preventivo a las personas en situación de explotación.
Una de sus funciones es detectar a posibles víctimas y actuar en el entorno con herramientas y habilidades propias de la mediación social y el acompañamiento para así establecer itinerarios de recuperación e inserción social con las mujeres.
Por tanto, se convierten en referentes y figura de apoyo para otras mujeres. Son las protagonistas y referentes del Dispositivo de Unidad Móvil, acudiendo a estos espacios y facilitando el contacto y vinculación con estas mujeres, al conocer con anterioridad la dinámica de estos espacios, compartir códigos culturales, lingüísticos, así como experiencias que favorece la empatía en la interacción con las mujeres prostituidas.