VALLADOLID 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Asociación para la Protección del Menor (Aprome) recibirá una subvención directa de 1.875.000 euros para sufragar los gastos de funcionamiento de los 16 puntos de encuentro familiar de Castilla y León distribuidos en Aranda de Duero, Ávila, Burgos, Laguna de Duero, León, Medina del Campo, Miranda de Ebro, Palencia, Ponferrada, Salamanca, San Andrés del Rabanedo, Segovia, Soria, Zamora y Valladolid, que cuenta con dos.
Según han recordado desde la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, estos puntos son "espacios neutrales" que garantizan el derecho fundamental de los menores a mantener la relación con sus progenitores y el resto de la familia, "puesto que, ante una separación, divorcio o acogimiento familiar, entre otros, en los que se interrumpa la convivencia familiar, muchas veces se dan situaciones en las que puede verse comprometido el régimen de visitas".
En estas instalaciones se facilita el encuentro de los menores con los progenitores sobre los que no recaiga la custodia o con su familia biológica y, "sobre todo, se configura como un espacio seguro y libre de violencia doméstica mientras se garantiza el cumplimiento del derecho de visita".
Además, cuentan con un servicio adicional de preparación de padres, familias biológicas o acogedoras y menores para que, en un futuro y de manera autónoma, se puedan continuar reuniendo sin necesidad de acudir a uno de estos puntos.
También se abordan situaciones de ruptura de la convivencia familiar a través del restablecimiento de los vínculos necesarios para evitar que el menor se vea menoscabado psíquica, afectiva y emocionalmente. "De hecho, se fomenta que estos puedan expresar sus sentimientos y necesidades sin temor alguno", han destacado las mismas fuentes. Por último, se presta orientación y asesoramiento profesional en aras de mejorar las relaciones entre padres e hijos.
Estos servicios están gestionados por la Aprome, una entidad sin ánimo de lucro que trabaja en el proyecto 'Puntos de Encuentro' desde 1994.
"Hay que tener en cuenta que estos espacios no son únicamente lugares seguros para los menores, que son los que se ubican en medio de una separación o divorcio conflictivo, sino de las madres o padres vulnerables. De hecho, es una fórmula que permite mantener el anonimato del domicilio de las madres residentes en casas de acogida tras sufrir violencia machista", han destacado las mismas fuentes.