El arzobispo de Valladolid pide al Estado que siga el ejemplo de la "ola de solidaridad de la sociedad civil"

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VALLADOLID 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Valladolid y, a su vez, presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Javier Argüello, ha mostrado su sorpresa ante la "ola de solidaridad de la sociedad civil" ante la catástrofe natural que ha segado la vida de más de doscientas personas en las comunidades de Valencia y Castilla-La Mancha y ha hecho un llamamiento para que el Estado "protagonice también un camino de respuesta".

Así lo ha demandado este lunes el prelado durante su comparecencia ante los medios de comunicación para hacer balance económico y social de la actividad de la Archidiócesis vallisoletana a lo largo de 2023, acto en el que además ha anunciado que con el fin de contribuir a tratar de paliar la tragedia vivida en los pueblos afectados por la última DANA, la tradicional cuestación para la administración diocesana prevista con motivo de la celebración del 'Día de la Iglesia Diocesana", este próximo domingo, 10 de noviembre, se dedicará íntegramente a la Archidiócesis de Valencia.

"Expresar nuestra cercanía, comunión y solidaridad efectiva con todos los afectados", ha reiterado Argüello, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha enmarcado precisamente ese mensaje en el lema 'Una llamada que cambia vidas' elegido este año para celebrar el Día de la Iglesia Diocesana, una llamada que ha realizado al Estado para que "protagonice un camino de respuesta", siguiendo el ejemplo que ha dado esa "ola de solidaridad demostrada por la sociedad civil".

"Es importante que la sociedad se organice en torno a tres pilares como el Estado, el mercado y el don o la entrega de la propia vida. Son necesarios los tres ya que el Estado por sí solo no puede y el mercado tampoco. Es preciso la sociedad del don, una economía del don, una política del don; es decir, una sociedad, una económica y una política protagonizada por personas con vocación de servicio", ha reclamado Argüello.

"Ofrecemos además una esperanza que no nace de nuestras fuerzas, sino la esperanza que viene de lo alto, fundada en la resurrección de Jesucristo, una esperanza que ha de hacerse carne en nuestra vidas en el deseo y disposición a seguir caminando juntos", ha concluido.