ASCEL alerta del hallazgo de tres lobos muertos en "extrañas circunstancias" en CyL

   VALLADOLID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

   La Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL) ha alertado del hallazgo de tres ejemplares muertos en "extrañas circunstancias" en lo que va de año en Castilla y León, el último de ellos un lobo macho adulto en una superficie forestal en Montemayor de Pililla, en la comarca vallisoletana de Pinares.

   Miembros de la asociación dieron aviso tanto al SEPRONA de la Guardia Civil como a los Agentes Medio Ambientales de la Junta, para hacer constar el suceso y a fin de que el cadáver fuera conducido al CRAS de Valladolid para que se le practicara el pertinente informe facultativo de necropsia, con el fin de determinar las causas que le provocaron su muerte.

   Con este, son ya tres al menos los lobos aparecidos muertos en la provincia de Valladolid de los que se tenga conocimiento directo durante este último año, en "extrañas circunstancias", según ha detallado la asociación en un comunicado recogido por Europa Press.

   Del mismo modo, ASCEL ha recordado que según trabajos científicos conocidos, el 73 por ciento de los 1.023 lobos, cuya causa de mortalidad era conocida en una amplia zona del centro de la Comunidad durante 1970 y 2011, morían por caza ilegal.

"INOPERANTE"

   Este factor, junto con la caza legal --derogada desde la protección nacional del LESRPE en 2021--, posiblemente es el elemento limitador de sus poblaciones, y desde ASCEL han demandado que la Administración autonómica, "inoperante hasta la fecha, lo combata con más medios y recursos".

   Hay que recordar que desde ya hace dos años, la muerte intencionada de lobos es considerada delito penal, con privación de la libertad de hasta dos años y sanciones económicas de hasta 200.000 euros.

   Por todo esto, ASCEL ha remarcado que está luchando para consolidar la protección actual de la especie, incrementarla hasta conseguir su inclusión en el Catálogo de Especies Amenazadas (y no solo en el LESRPE) y que su muerte sea "tomada en serio" por parte de las administraciones y equiparable a la del resto de especies protegidas, como el oso pardo, el águila imperial y el lince ibérico.