VALLADOLID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
Aspirantes a las plazas de conductor-bombero como funcionario de carrera convocadas por la Diputación de Valladolid han presentado este viernes recurso contencioso-administrativo contra la baremación de méritos y el primer ejercicio teórico celebrado el 2 de octubre de 2016 por entender que hubo trato de favor a algunos de los participantes.
Sus recursos de alzada inicialmente presentados ante la propia Diputación provincial llevaron en su día a ésta a paralizar la segunda prueba del proceso prevista para los días 28 y 29 de noviembre, abrir una investigación y a elaborar un informe técnico sobre lo ocurrido, aunque finalmente la Junta de Gobierno acordó desestimar las reclamaciones a propuesta de la Comisión de Hacienda, Personal y Nuevas Tecnologías.
Ahora, los recursos por la vía contencioso-administrativa coinciden en el tiempo con la celebración de la segunda prueba, física, desarrollada el jueves y este viernes en las Pistas de Atletismo Río Esgueva, que, como así denuncian públicamente los recurrentes, se ha desarrollado por primer vez a puerta cerrada y vulnerando algunos requisitos de las bases de la convocatoria, tal y como acreditan con un acta notarial.
"PRISAS" POR ACABAR EL PROCESO
Los afectados, en declaraciones a Europa Press, critican igualmente que la convocatoria de la segunda prueba se ha producido incluso antes de que a ellos les fuera notificada la desestimación de los recursos de alzada, lo que en su opinión "denota aparente prisa en acabar el proceso cuanto antes".
Los recurrentes, en este caso cuatro aspirantes, aportan ahora el Juzgado de lo Contencioso Administrativo más pruebas en forma de grabaciones, vídeos y otros documentos, convenientemente peritados, con los que esperan demostrar las irregularidades cometidas y el trato de favor recibido en la primera prueba por algunos de los concursantes por parte de varios integrantes del tribunal.
La presentación de los recursos de alzada por parte de quienes se sentían perjudicados, de los cerca de 600 presentados a la prueba, partía de la primera criba realizada entre los más de treinta aprobados tras constatar, según denunciaban, que la totalidad o parte del cuestionario, formado por cincuenta preguntas, había sido filtrado entre algunos de los aspirantes.