El segundo filme de Gudmundsson, que representa a Islandia en los Oscar, pretende una llamada de atención a padres y jóvenes
VALLADOLID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
El director islandés Gudmundur Arnar Gudmundsson (Reikiavik, Islandia, 1982) aborda con su segunda película, 'Beautiful Beings', el bullying, los ambientes tóxicos y la violencia juvenil en una Islandia nada idílica.
La película, presentada este jueves en la Sección Oficial de la 67 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), explora la relación de cuatro amigos con personalidades y circunstancias muy diferentes.
En ambientes degradados y marginales de Reikiavik alejados de la imagen de desarrollo que suele asociarse al país insular, 'Beautiful Beings' ('Berdreymi') arranca con una advertencia sobre la problemática del acoso escolar de la mano de Balli (Áskell Einar Pálmason), un adolescente que vive en una familia desestructurada y en una casa con serias deficiencias higiénicas.
Balli sufre acoso y agresiones por parte de sus compañeros de instituto, que llegan incluso a mandarlo a un hospital de una paliza. Tras cambiarse de centro educativo, el joven conocerá a Addi (Birgir Dagur Bjarkason), hijo de progenitores divorciados cuyo padre apenas ve y cuya madre (Aníta Briem) presenta una particular personalidad marcada por el esoterismo.
Addi tomará a Balli bajo su protección y lo introducirá en su círculo de amistades, que completan Konni (Viktor Benóny Benediktsson) --un chico con problemas para controlar su agresividad que padece el maltrato de su padre-- y Siggi (Snorri Rafn Frímannsson) --el bufón del grupo, quien también sufre el desarraigo familiar y que en un principio se sentirá amenazado por la llegada de un nuevo miembro a la cuadrilla--.
A partir de ahí, los ambientes tóxicos y la violencia juvenil irán condicionando la vida de estos cuatro púberes, circunstancia que se verá agravada por la aparición en escena del padrastro de Balli (Ólafur Darri Ólafsson), un exrecluso que genera el terror en su familia.
De la mano de Addi y su madre, el director encaja en las dos horas de metraje un mundo onírico que pone un contrapunto estético al ambiente decadente que rodea a los protagonistas.
INVOLUCRAR E INSPIRAR
En la rueda de prensa posterior a su presentación en Seminci, Gudmundsson ha asegurado que se trata de una historia "completamente ficticia", aunque inspirada en su propia experiencia como adolescente en los suburbios de la capital islandesa, con la que busca "involucrar a los padres" en la crianza de los hijos e "inspirar" a éstos en su crecimiento.
"Quería mostrar esta realidad en la que unos padres no se acaban de dar cuenta de lo que pasa con sus hijos", ha señalado el director, quien ha advertido de que aunque Islandia "se ve como un país nórdico muy idealizado", existen personas como las de la película "con problemas económicos y que no llegan a fin de mes".
Junto a Gudmundur Arnar Gudmundsson ha participado en esta rueda de prensa el actor Birgir Dagur Bjarkason, quien ha defendido que esta primera experiencia interpretativa ha sido "increíble" y "muy divertida", por lo que "definitivamente" se ha mostrado animado para continuar actuando y participando en filmaciones.
Esta coproducción islandesa, danesa, sueca, neerlandesa y checa que representará a Islandia en los Oscar es la segunda aspirante a la estatuilla dorada que se ha presentado este jueves en la Sección Oficial de Seminci tras la irlandesa 'The Quiet Girl'.
Completan el reparto de la cinta Kristín Ísold Jóhannesdóttir e Ísgerdur Elfa Gunnarsdóttir, que interpretan a la hermana y madre de Balli, respectivamente. La dirección de fotografía ha corrido a cargo de Sturla Brandth Grovlen; con Andri Steinn Gudjónsson y Anders Skov al frente del montaje; Maria Kramer, Jan Schermer y Bjrn Viktorsson en el sonido y Kristian Eidnes Andersen en el apartado musical.
Acompañando a 'Beautiful Beings' en la proyección ha estado el corto filipino 'La hija del cazatalentos' ('Hija ti mengor'), de Don Josephus Raphael Eblahan, donde ahonda la influencia estadounidense en ciertas comunidades nativas del archipiélago a través de un relato de 15 minutos en clave de balada country.