VALLADOLID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un total de 577.011 trabajadores, de los 1.012.300 que se encuentran ocupados en Castilla y León, estarían en riesgo alto o significativo de pérdida de empleo al ser sustituidos por la Inteligencia Artificial, según el estudio 'Repercusión de la Inteligencia Artificial en el Mercado Laboral de Castilla y León', desarrollado por la secretaría de Acción Sindical, Coordinación de Área Externa y Diálogo social de UGT.
Así lo ha señalado el secretario regional de Acción Sindical de UGT en Castilla y León, Raúl Santa Eufemia, quien ha explicado que en este estudio se ha entendido a la inteligencia artificial como el ejercicio de una máquina "digital o cibernética" en la cual se va generando "más sabiduría digital" con todos los datos que recogen "continuamente", y que "al final no hace falta que haya un humano en este puesto".
En este marco, el secretario regional ha afirmado que en volumen de empleo, la Comunidad estaría ante la posibilidad de que casi 243.000 castellanos y leoneses "perderían su puesto de trabajo", y otros 334.000 estarían en una situación "de significativa vulnerabilidad".
Asimismo, en la provincia de Valladolid se perderían un total de 131.329 trabajos; seguida por León con 96.900 trabajadores; Burgos con la pérdida de 91.941 puestos; 74.784 empleos en Salamanca; en Segovia serían 42.921 trabajos; Zamora perdería 39.387 puestos en total; 38.589 trabajadores en Palencia; en Ávila 36.765 y, por último, 24.396 puestos de trabajo perdidos en Soria.
A nivel nacional, según ha aseverado Santa Eufemia, Castilla y León sería la cuarta comunidad autónoma con "mayor riesgo" de pérdida de empleo por la Inteligencia Artificial, por detrás de Murcia, Extremadura y Castilla-La Mancha, ya que un 24 por ciento del empleo se encontraría en "altísimo riesgo de desaparición" y un 33 por ciento "en riesgo sustancial por ser emplazados por máquinas".
Por ello, dicho estudio recoge que, para aminorar esta "masiva" pérdida de empleo, la formación profesional se convierte en un aspecto "fundamental", aunque asegura que esto "llevará un coste y tiempo".
En este sentido, el secretario regional ha afirmado que un 21,20 por ciento de los trabajadores mencionados con anterioridad pueden estar perceptibles a poder cambiar su forma de trabajo con una formación de menos de un mes.
Además, con una instrucción de entre uno y tres meses, el 15,4 por ciento podrían cambiar dicha forma.
Así, también el 15,4 por ciento de los trabajadores podrían realizar la formación en un tiempo aproximado de entre tres y seis meses, mientras que un 16,8 por ciento realizarían la educación pertinente entre los seis meses y el año.
Por último, un 31,2 por ciento de los trabajadores que pueden ser perceptibles a cambiar su forma de trabajo, tardarían más de un año en finalizar su nueva formación.