VALLADOLID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
La campaña de riego en la cuenca del Duero será "normal" en la mayoría de los sistemas, salvo en los de Pisuerga-Bajo Duero y Adaja, donde habrá que esperar a la evolución de la primavera para ajustar las dotaciones definitivas.
Así se ha determinado este viernes en la sesión ordinaria de Comisión de Desembalse, celebrada en la sede central de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), al aprobarse los volúmenes mínimos de reserva de los embalses a 30 de septiembre, fecha del final de la campaña de riego.
La campaña se plantea prácticamente "normal" en la mayoría
de los sistemas del Duero, salvo en Adaja y Pisuerga-Bajo Duero, a pesar de las circunstancias climatológicas que han caracterizado tanto el otoño como un invierno "especialmente seco", debido al nivel de reservas al término de la campaña del pasado año hidrológico, según han informado fuentes de la CHD en un comunicado recogido por Europa Press.
La trascendencia del volumen almacenado al término de la campaña se
reflejó en valores históricos, una vez que el uno de octubre los embalses de la cuenca se aproximaban al 55 por ciento de su capacidad --1.580 hectómetro cúbico sobre los 2.877,5 que representan la máxima capacidad potencial de embalse--.
La situación actual, como ha explicado la CHD, no es la misma en todos los sistemas, por eso, aunque en general las dotaciones son superiores a las de hace un año, se han establecido nuevas reuniones de las Juntas de Explotación el 16 de abril en el sistema Pisuerga-Bajo Duero, con una dotación garantizada entre 4.000 y 4.500 metros cúbicos por hectárea, y a mediados de mayo, en el Adaja, con la situación "más crítica", donde se ha determinado una dotación mínima de 2.000 metros cúbicos por hectárea, en ambos casos pendientes de revisión.
En el mes de mayo también se reunirán las Juntas de Explotación del Porma, Carrión y Órbigo Tuerto, para acotar con "más exactitud" las asignaciones definitivas, puesto que hay que tener en cuenta que la climatología en cuanto a precipitaciones durante los meses de abril y mayo determinarán el desarrollo de la campaña y cuál será el volumen mínimo de embalse con el que se comenzará el siguiente año hidrológico.
Los embalses gestionados por la CHD acumulan hoy 2.256,5 hectómetros cúbicos con unas reservas que alcanzan el 78,4 por ciento de su capacidad total, un registro que coincide con la media de la última década y que se sitúa tres puntos por encima de la reserva hidráulica de hace doce meses.
SENSIBILIDAD DE LOS USUARIOS
De este modo, desde la CHD se ha apelado a la sensibilidad de los usuarios para dejar el máximo volumen al final de campaña en todos los sistemas, una propuesta para la que se ha tenido en cuenta las determinaciones del Plan Especial de Sequía y que ha respetado prácticamente la totalidad de las peticiones surgidas en las distintas Juntas de Explotación.
Por último, la Comisión de Desembalse ha dado cuenta de los Caudales
Generadores que se han llevado a cabo en los embalses de Riaño y Barrios de Luna, una actuación que ha cumplido con los objetivos marcados debido a que ambos embalses se encontraban por encima del resguardo establecido para el mes de marzo.
La maniobra ha servido para evaluar la "idoneidad" de los caudales de alerta y alarma previstos para los desembalses a partir de los efectos reales de la avenida generada, y para el ajuste de las curvas de las estaciones de aforo para caudales altos.
El desembalse da cumplimiento también a la propuesta contenida en el Plan Hidrológico y ha permitido, por otra parte, la limpieza de los fondos del cauce con los que se ha mejorado las características del ecosistema y se favorece la biodiversidad.