VALLADOLID, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -
La tierra de Castilla, sus gentes y el carácter de ambas gozaron siempre de un papel principal en la literatura de Miguel Delibes, quien recogería los textos más señeros de este retrato en diferentes antologías.
Junto con 'Castilla habla', una sucesión de 32 coloquios con los maestros de oficios tradicionales en vías de extinción, Delibes recopiló sus textos de otras obras alusivas a su tierra en dos antologías publicadas en la década de los 70.
Éstas fueron 'Castilla y mi obra', publicada por Editorial Magisterio Español en 1972, y 'Castilla, lo castellano y los castellanos', que vio la luz en 1979 de la mano de Planeta.
'Castilla en mi obra' recoge fragmentos de obras como 'Diario de un cazador', 'Diario de un emigrante', 'Las ratas', 'La hoja roja' o 'El camino', además de los cuentos 'La mortaja', 'La perra', 'Viejas historias de Castilla la Vieja' y del conjunto de artículos periodísticos publicados en 'Vivir al día'.
En este libro, las letras de Miguel Delibes --cuyo centenario se conmemora este 2020-- están acompañadas de ilustraciones de Menchu Genove.
PAISAJE Y FATALISMO
La obra se divide en nueve capítulos bajo los epígrafes El paisaje, Dependencia del cielo, Fatalismo, La trágica ironía, El individualismo, Sabiduría socarrona y escepticismo, Soledad, Superchería y religiosidad elemental y Éxodo.
Siete años más tarde este trabajo tuvo continuidad con 'Castilla, lo castellano y los castellanos', una selección realizada por el propio Delibes entre sus novelas, cuentos o libros de viajes.
Este material se divide en una veintena de capítulos que profundiza también en el paisaje, la religiosidad, el apego a la tierra, el individualismo, el fatalismo o el éxodo rural.