VALLADOLID 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de CEOE Castilla y León, Santiago Aparicio, ha acusado este viernes al Gobierno de la nación de haber planteado un "ultimátum" sobre la reducción de la jornada laboral sin haber hecho caso a las propuestas de la patronal y ha rechazado la posibilidad de volver a sentarse a hablar con la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, porque ya no tienen "nada que decir".
"Lo único que nos han dado es un ultimátum, no nos han puesto encima de la mesa ninguna propuesta", ha insistido Aparicio que ha aclarado que los planteamientos que hizo el Gobierno "no de desgranaron" por lo que los empresarios no sabían a qué atenerse. "Ya se ha zanjado el tema directamente, que ahora mismo haga el Gobierno lo que crea conveniente", ha sentenciado el presidente de CEOE Castilla y León.
En declaraciones recogidas por Europa Press, Aparicio ha explicado que había llegado un momento en las negociaciones con el Gobierno en las que el Ministerio de Trabajo puso un "ultimátum" sin atender los requerimientos y las propuestas de la patronal. "Ni las vieron", ha lamentado el presidente de CEOE Castilla y León que ha defendido en este sentido la decisión de la patronal de abandonar las negociaciones en una situación en la que una de las partes --el Gobierno--, "que es muy importante", ha apostillado, no hace caso a los planteamientos.
"Realmente decidimos dejarlo", ha reconocido Aparicio que ha justificado la salida de CEOE de la negociación en otro "tema fundamental", el hecho de que todo lo que se ha aprobado hasta ahora sobre la reducción de horarios y jornada laboral se había negociado con los sindicatos en los convenios colectivos.
"Es nuestra competencia y es nuestra obligación porque somos los representantes de los empresarios y tenemos que dilucidar todos los temas de empleo a través de los convenios colectivos", ha recordado el presidente de CEOE Castilla y León que ha lamentado que en esta ocasión los sindicatos se hayan puesto "a favor" de la propuesta del Gobierno de la nación "obviando totalmente la negociación colectiva", que se queda "como residual".