Mantienen que el hostelero, en busca y captura, les propuso adquirir dos Mercedes financiados para revenderlos y reflotar así el negocio
VALLADOLID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los que fueran cocinero y camarera del bar '12+1' de Valladolid, Laureano de la R.S. y Matilde B.H, respectivamente, acusados de un delito de estafa por adquirir en 2014 dos turismos Mercedes, dejar de pagar las cuotas a la financiera y revenderlos a un tercero, se han declarado hoy inocentes y víctimas del antiguo propietario del local, Pedro S.C.
Se da la circunstancia de que los dos primeros acusados han sido los únicos que han compartido banquillo este viernes en la Audiencia de Valladolid, ya que el hostelero aludido se encuentra en paradero desconocido y contra el mismo el Juzgado de Instrucción número 5 ha dictado auto decretando su busca y captura, con lo que en el supuesto de que sea finalmente detenido será juzgado en solitario por los mismos hechos y podría ser condenado a cinco años de cárcel.
En la sesión de hoy, los dos presuntos cómplices, que se exponen a penas de un año de cárcel, han coincidido al apuntar al hostelero como el 'cerebro' de las dos adquisiciones de los turismos Mercedes en las que ambos se prestaron a figurar como adquirientes confiados en que los importes, de unos 30.000 euros por vehículo, iban a ser afrontados.
En su alegado exculpatorio, tanto el cocinero como la camarera, en declaraciones recogidas por Europa Press, explican que Pedro S.C. les pidió que firmaran los contratos de adquisición de los vehículos con Santander Consumer Finance con la idea de revenderlos luego y así poder afrontar el pago del traspaso del '12+1'.
"Confiamos en él porque también nos dijo que se encargaría de pagar las cuotas a posteriori ya que estaba pendiente de percibir de Heineken unos 35.000 euros por instalar un grifo de cerveza en el local", ha apuntado el cocinero, quien, al igual que la camarera, mantiene que no ha sacado un euro de beneficio y que se limitó únicamente a firmar el contrato, sin que se subiera al Mercedes más que para sacarlo del concesionario.
LOS COCHES ESTÁN EN FRANCIA
Los dos acusados reconocen que tan sólo se afrontaron las primeras cuotas del contrato de financiación de los dos coches, sufragadas por el procesado ausente, y niegan conocer el posterior destino de los Mercedes, cuya última pista se perdió en Francia una vez revendidos, venta en la que, según refieren, no participaron porque "todo lo llevaba Pedro". También aseguran desconocer la ilicitud de vender los coches porque sobre los mismos pesaba una reserva de dominio en favor de la financiera.
Tanto el cocinero como la camarera, que incluso carece de carné de conducir, también han reconocido que para aparentar capacidad económica de los adquirientes se facilitaron nóminas convenientemente "engordadas", aunque alegan que no se enteraron de ello hasta que fueron llamados a declarar por la Guardia Civil.
"Era consciente de que asumía el pago de las letras y no iba a poder afrontarlas, pero confiaba en Pedro y en la promesa de éste de que no iba a haber problemas puesto que él se encargaría de pagarlas", reitera el encargado de la cocina del bar.