La Comisión de Desembalse de la CHD aprueba la propuesta de llenado y unos resguardos mínimos, iguales que el pasado año

Actualizado: viernes, 27 octubre 2023 18:34

VALLADOLID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Comisión de Desembalse de la cuenca del Duero ha aprobado este viernes la propuesta de llenado de los embalses para el año hidrológico 2023-2024, tras un año hidrológico seco en el que las aportaciones a los embalses fueron un 18 por ciento inferiores a los valores medios.

La presidenta de la CHD, María Jesús Lafuente, ha explicado que "la variabilidad de la climatología" ha provocado que durante los meses de la campaña de riego se hayan registrado las entradas a los embalses más bajas de los últimos 25 años, un total de 415 hectómetros cúbicos frente a los 1.006 hectómetros de aportaciones de media.

Así, la Comisión ha fijado los resguardos mínimos de los embalses gestionados por la CHD, sin novedades en la mayoría de ellos respecto al año anterior, así como los caudales máximos de desembalse para situaciones ordinarias.

"En estos momentos", según ha indicado Lafuente, los embalses de la cuenca gestionados por la CHD se encuentran al 33,6 por ciento de su capacidad total, con 957,8 hectómetros cúbicos almacenados, un valor que supone "dos puntos porcentuales más" que hace un año (31,1 por ciento), aunque todavía por debajo de la media de la última década (40,2 por ciento).

Aunque las lluvias de las últimas semanas han supuesto el inicio de la recuperación de las reservas en toda la cuenca, especialmente en la zona noroeste, "será necesario tener un otoño y un invierno "húmedos" para permitir alcanzar unos niveles de embalse adecuados de cara a la próxima campaña, según la presidenta del organismo de cuenca.

Por el momento, en la última semana, los embalses han ganado 58,5 hectómetros gracias a las persistentes lluvias.

La Comisión ha analizado el desarrollo del año hidrológico 2022-2023, de nuevo "un año seco" y con efectos desiguales en el conjunto de la cuenca, en cuanto a las precipitaciones.

A pesar de haber existido meses húmedos (diciembre, enero, junio y septiembre, especialmente), la climatología seca ha sido la predominante, especialmente durante la primavera.

Esto ha supuesto un total de 2.720 hectómetros cúbicos de entradas a los embalses, un 18 por ciento menos sobre la media de los últimos 25 años.

En concreto, los meses de abril y mayo marcaron los registros históricos más bajos de los últimos 25 años en cuanto a aportaciones a los embalses en 11 de los 13 sistemas de explotación.

El año hidrológico finalizaba a 30 de septiembre con unas reservas totales de 902 hectómetros, lo que supone un 32 por ciento de la capacidad total de embalse, un valor muy inferior al habitual.

Tras dos años secos de forma sucesiva en la cuenca, la Comisión analizaba también el desarrollo de una campaña de riego normal en prácticamente todos los sistemas gracias a los niveles de reserva alcanzados en la mayoría de los embalses durante el invierno y a la climatología favorable de algunos meses, salvo en el sistema Pisuerga-Bajo Duero, una zona condicionada por las restricciones aplicadas debido a la escasez de reservas.

 

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