VALLADOLID 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de lo Penal número 4 de Valladolid ha sido escenario este miércoles de la vista de conformidad en la que la joven que en mayo de 2023 atropelló mortalmente a un niño de 2 años en el aparcamiento del Balneario de Olmedo se ha conformado con una pena mínima.
El acuerdo entre el fiscal del caso y resto de partes, la defensa de la joven y el abogado que representaba a los padres del menor fallecido, vecinos de Madrid, han hecho innecesaria la celebración de una vista oral que se presumía larga y dolorosa, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Así, la joven ha aceptado finalmente una condena, ya firme, consistente en una multa de 360 euros y la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por espacio de tres meses como autora de un delito de homicidio por imprudencia menos grave, junto con el pago a los progenitores del niño fallecido la indemnización correspondiente, con responsabilidad civil directa de Línea Directa y subsidiaria del abuelo de la condenada, propietario del turismo que conducía la joven cuando se produjo el fatal siniestro.
La compañía de seguros se ha comprometido a abonar la indemnización pactada en el plazo de diez días y, por su parte, la joven condenada, que cuando se produjo el siniestro tenía 21 años--tres días después del mismo cumplía los 22--ha hecho entrega en el juzgado de su carné de conducir una vez concluida la vista de conformidad.
El trágico suceso se produjo el día 2 de mayo de 2023 en el aparcamiento del Hotel Balneario Castilla Termal de Olmedo (Valladolid), cuando, sobre las 19.53 horas, la ahora condenada, trabajadora del citado establecimiento hostelero, se dirigía con su vehículo a su puesto de trabajo y accedió desde la carretera N-601 al recinto de las instalaciones, por el camino asfaltado 'Pago de Sancti Espíritu', en sentido ascendente.
HIJO ÚNICO
En ese mismo momento, los padres del menor--era hijo único--y éste salían del citado establecimiento y se dirigían a su vehículo allí estacionado, caminando el menor delante de sus progenitores. El crío se adelantó a ellos, cruzó el camino asfaltado 'Pago de Sancti Espíritu' y se colocó detrás del portón trasero de su propio vehículo, estacionado al otro lado de la vía por la que se aproximaba la acusada en su coche.
Aunque los padres del menor vocearon a su hijo "¡quieto, quieto!", al tiempo que el padre hacía aspavientos con los brazos, el menor no se dio cuenta de tal circunstancia e inició la marcha hacia ellos en el justo momento en el que cruzaba el turismo conducido por la joven, quien no se percató de su presencia y terminó atropellándole.
A consecuencia del atropello, el menor tuvo que ser evacuado al Hospital Clínico Universitario de Valladolid, donde fue ingresado y murió horas después como consecuencia de las gravísimas lesiones sufridas en el atropello.