VALLADOLID, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Valladolid ha confirmado la condena de quince meses de prisión al trabajador de una bodega de la provincia como autor de un delito de acoso sexual sobre una compañera del mismo centro ocurrido entre los años 2020 y 2021, aprovechando el condenado los momentos en que estaba a solas con la víctima por la noche durante la jornada laboral en las instalaciones de la embotelladora.
La sentencia de la Audiencia Provincial desestima el recurso del condenado y ratifica íntegramente el fallo anterior del Juzgado de lo Penal 1, que halló al citado individuo autor de un delito de abuso sexual y un delito de acoso sexual en ámbito laboral y le impuso quince meses de cárcel, libertad vigilada durante idéntico periodo, con la prohibición de aproximación a menos de 500 metros de la víctima, su domicilio, lugar de trabajo o cualquier lugar donde se encuentre, prohibición de comunicación con la misma por cualquier medio y obligación de participar en un programa formativo de educación sexual.
En concepto de responsabilidad civil, el condenado deberá indemnizar a la denunciante en la cantidad de 3.000 euros por daño moral, según la información del Gabinete de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León recogida por Europa Press.
El condenado, trabajaba como oficial para una importante empresa bodeguera en Valbuena de Duero, para la que también prestaba servicios, igualmente como oficial, la víctima, coincidiendo ambos en muchas ocasiones en el turno de noche.
Fue en el año 2020 cuando el condenado, en ese turno de noche, en ocasiones de manera desconsiderada decía a la víctima "haz esto tú sola", "soluciónalo tú", "como no hagas esto bien te voy a clavar esto en el ojo" en relación con tareas de trabajo, al tiempo que profería otras frases ofensivas contra la hija de la denunciante.
Una noche en el verano de 2020, cuando ambos se hallaban en las oficinas, el condenado le propuso ver una película y como tenía escenas sexuales, ella inmediatamente se puso a ver su móvil, mientras que en febrero del siguiente año el acusado, con ánimo de humillar, ofender y coartar la libertad sexual de ella, le dijo "hoy es el día de los enamorados, ¿qué te voy a hacer esta noche? Esta noche te voy a violar" y en un momento dado, ante unos palés que impedían la entrada a la bodega, le dijo "¿qué, vamos a tu coche o al mío, como no podemos entrar, qué vamos a hacer aquí sino?".
En el relato de hechos probados figura igualmente lo ocurrido otra noche de febrero de 2021 cuando el acusado entró en el vestuario femenino en el que estaba ella y, agarrándola de la cadera, le subió el jersey dejando al descubierto una camiseta interior.
Otro día, la empujó contra un palé, cayendo ella de espaldas y con las piernas abiertas, momento en que colocó sus piernas entre los muslos de la víctima y le dijo "te voy a violar aquí, ¿dónde quieres aquí? ¿En este palé?, ¿te gusta más en este palé?", situación que volvió a reproducirse otra noche.
También se entiende probado que esa noche el acusado contó a Verónica que había un hombre que estaba mal de la cabeza y se bajaba la bragueta ante las chicas y se sacaba el pene y entonces llevó las manos a la cremallera del pantalón del uniforme de trabajo, si bien ella decidió no mirar debido a los nervios y continuó con su trabajo.
A raíz de lo ocurrido, la víctima presenta una secuela psiquiátrica por el que sigue en tratamiento a fecha de hoy y con una evolución lenta.