SALAMANCA, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
El martes 26 de enero se cumplen 390 años de la conocida como "riada de la noche de San Policarpo" que se saldó con 142 muertos en Salamanca como consecuencia de una gran avenida del Tormes tras la fusión de las nieves de las sierras de Béjar y Gredos.
Según cuentan las crónicas, el desbordamiento del río Tormes se produjo por un aumento de caudal repentino y descontrolado --se habla de un periodo de cinco horas-- que afectó por inundación a un millar y medio de viviendas construidas en la vega del río además de a templos religiosos, como fue el caso del Convento de San Esteban, e infraestructuras básicas para Salamanca, como el puente romano, edificado en la segunda mitad del siglo I, y perdió once de sus 15 arcos que fueron reconstruidos en 1677 lo que dejó incomunicada a la ciudad durante más de un lustro.
El desenlace final ocurrió en la noche del 26 al 27 de enero, onomástica de San Policarpo que da nombre a este fatal suceso, tras las abundantes nieves con las que comenzó aquel mes de enero de 1626 a las que siguió un periodo de intensas lluvias que provocó una crecida generalizada en la cuenca del Duero por los repuntes de algunos de sus afluentes, como fue el Tormes.
Al parecer, las 142 víctimas mortales que dejó la noche de San Policarpo se vieron sorprendidas en la noche por la crecida del río.