Su uso se extiende al 95% de la población y el porcentaje de dispensaciones electrónicas supera el 90 por ciento cada mes
VALLADOLID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
Castilla y León ha culminado la implantación de la receta electrónica (Recyl) con la incorporación de los 14 hospitales de la Comunidad, de forma que esta herramienta ya es utilizada por el 95 por ciento de los pacientes castellanoleoneses.
De esta forma, se completa este sistema, que facilita el acceso a los medicamentos prescritos a través de receta y dispensados en farmacias y mejora la calidad y seguridad de los tratamientos, el cual está muy bien valorado tanto por los ciudadanos como por los profesionales, han informado a Europa Press fuentes de la Consejería de Sanidad.
En Castilla y León este sistema está implantado de forma completa en todos los centros de salud y oficinas de farmacias desde 2016, mientras que en 2017 se adecuó a los requisitos establecidos para ser interoperable, de forma que desde ese momento los ciudadanos de la Comunidad pueden adquirir los medicamentos en las farmacias de cualquier municipio de España y las farmacias castellanolenesas pueden dispensar a los de otras comunidades.
Esto supone un gran avance, teniendo en cuenta el número de regiones limítrofes con Castilla y León y que el ámbito rural de la Comunidad es un destino para muchos ciudadanos en el periodo estival, han señalado las mismas fuentes.
Además, la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia por coronavirus ha puesto de manifiesto las ventajas y utilidades de las herramientas que facilitan la atención sanitaria no presencial y que permiten al ciudadano tener información para llevar a cabo las recomendaciones sanitarias, motivo por el que, a lo largo del 2020, se han realizado numerosos avances y se ha ampliado el alcance y la utilización de Recyl.
En concreto, en el mes de marzo se puso a disposición de los ciudadanos la consulta de la hoja de medicación, que recoge todas las prescripciones activas, a través de la aplicación SacylConecta, lo que ha permitido actualizar y modificar las prescripciones de forma telemática, sin necesidad de que el paciente tuviera que acudir a por las recetas o la hoja de medicación al centro de salud.
En abril se incorporó la posibilidad de emisión de recetas informatizadas para los mutualistas que habían optado por la asistencia con Sacyl, avanzando hasta la incorporación a Recyl para los mutualistas de Muface el pasado mes de octubre. También desde ese mes se han incorporado las prescripciones que requerían visado de inspección, de forma que en la actualidad todos los productos farmacéuticos se pueden prescribir y dispensar a través de Recyl.
ÚLTIMA FASE
Por último, a lo largo de los meses de octubre y noviembre se ha completado la implantación de Recyl, sistema que se ha activando en todos los hospitales de Sacyl. De esta forma, los profesionales de estos centros también podrán prescribir electrónicamente y reducir así progresivamente la emisión de recetas papel.
Además, las prescripciones generadas por los médicos de Atención Primaria y de los hospitales se registran en un mismo sistema, con un plan terapéutico único, lo que aporta mayor seguridad y evita errores de medicación, ha señalado Sanidad.
Todas estas ventajas y utilidades han tenido un impacto importante en el número de ciudadanos que utilizan la receta electrónica, que supera en la actualidad los 2,3 millones de castellanoleoneses, lo que supone el 95 por ciento de la población. Asimismo, el porcentaje de dispensaciones electrónicas supera el 90 por ciento cada mes.
Además de las ventajas en accesibilidad, calidad y seguridad, con la receta electrónica se aplica de forma inmediata el límite de aportación que tienen asignado los pensionistas y sus beneficiarios.
Esto significa que cuando lleguen al límite mensual de pago que les corresponda, ya no tendrán que pagar más y, por tanto, no tendrá que efectuarse la devolución mediante reintegro de gastos. El reintegro de gastos actual solo se mantendrá para las pocas recetas en papel que se emitan.
Así, Sanidad ha destacado que la receta electrónica garantiza el acceso a la medicación necesaria y dota al ciudadano de un mayor protagonismo en la gestión de los tratamientos. No obstante, recuerda que "se ha hacer un uso racional de los medicamentos, promoviendo un consumo de fármacos y solicitando a su farmacéutico solo la medicación que vaya a necesitar, evitando acumulación de medicamentos en el domicilio".