VALLADOLID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional de Valladolid ha detenido a 18 personas por los delitos de estafa, falsedad documental y pertenencia a grupo criminal, además de a uno por blanqueo de capitales, por estafar 553.538,94 euros a entidades bancarias en préstamos con documentación falsa.
Las detenciones se llevaron a cabo en el marco de la operación 'Lancelot', resultado de una investigación que arrancó a raíz de una denuncia interpuesta por los responsables de la oficina de una entidad bancaria, quienes sospecharon de una operación de préstamo por importe de 20.000 euros para la adquisición de un vehículo al no atenderse las cuotas por parte de su signatario.
El Grupo de Delincuencia Económica y Fiscal, de la Brigada de Policía Judicial de Valladolid, encargado de la investigación policial de esta tipología delictiva, comenzó, en una fase inicial, una labor de investigación, determinando que efectivamente la documentación presentada para la obtención de dicho préstamo era falsa.
A partir de ese momento y, bajo el amparo y la dirección del Juzgado de Instrucción Dos de Valladolid, se libraron los oportunos mandamientos judiciales al objeto de lograr la trazabilidad del dinero obtenido.
La investigación llevada a cabo concluyó, además de la falsedad documental, que el dinero de esta operación era transferido a la cuenta de una persona que, a su vez, era beneficiario de una importante relación de transferencias bancarias, cada una de las cuales tenía un importe semejante al de la operación financiera que dio origen a la denuncia inicial.
Así, en una segunda fase de investigación de estas cantidades recibidas por el individuo, que se convirtió en el principal investigado, los agentes pudieron determinar que éste había sido el destinatario de 23 transferencias por importes cercanos a los 20.000 euros, cuyo origen, una vez reconstruidas individualmente cada una de las operaciones financieras, radicaba en préstamos fraudulentos obtenidos con documentación falsa.
El destino del dinero de dichas transferencias era, generalmente, el reintegro en efectivo por parte del principal investigado, quien lideraba un grupo criminal, según ha señalado la Policía Nacional en un comunicado recogido por Europa Press.
El citado grupo estaba compuesto por una red de personas denominadas en el argot policial como "mulas" o "testaferros", que, a cambio de una comisión económica, se dirigían a oficinas bancarias de Valladolid, así como a provincias y comunidades autónomas limítrofes, provistos con documentación falsa elaborada por los principales responsables, con el propósito de obtener la financiación necesaria para las falsas operaciones de compraventa de vehículos.
De los 18 detenido, 17 fueron puestos en libertad con cargos tras tomarles declaración, mientras el líder del grupo fue puesto a diposición judicial, si bien se decretó su libertad con cargos.