ARANDA DE DUERO (BURGOS), 20 (EUROPA PRESS)
La madrugada del pasado martes día 17 de diciembre Agentes de la Policía Nacional de Aranda de Duero (Burgos) han detenido a un hombre por un presunto delito de violencia de género hacia su mujer, a la que habría agredido en el domicilio conyugal y en presencia de sus dos hijos menores de edad, según informaron a Europa Press fuentes policiales.
Uno de ellos, asustado por lo que estaba presenciando, realizó una llamada al 091 para informar de que en el interior del domicilio sus padres estaban peleando, describiendo bajo un estado de gran agitación la agresión que su madre estaba sufriendo, en concreto cómo era golpeada fuertemente y cómo era sujetada del cuello por su padre. Manifestó de igual modo que su 'mamá' presentaba una herida en una mano, consecuencia de todo lo ocurrido.
Los agentes acudieron inmediatamente al domicilio y se entrevistaron con la mujer, quien manifestó que tras discutir con su pareja habían llegado a las manos. Tras ser informada del procedimiento establecido y los derechos en calidad de víctima que la amparan, manifestó y reiteró a los agentes su negativa a denunciar los hechos en sede policial.
Tras ser avisados, una ambulancia con personal sanitario se personó en la vivienda, pero la mujer rechazó también el ofrecimiento de asistencia médica. Paralelamente, se prestó atención el menor requirente del servicio, que de manera espontánea, tal y como había relatado en la llamada telefónica, refirió a los policías lo ocurrido, detallando la agresión física de la que había sido víctima su madre.
Ante todo lo acontecido, los policías actuantes procedieron a la detención del hombre como presunto autor de un delito de malos tratos en el ámbito familiar - violencia de género-, por el que una vez concluidas las diligencias policiales pasó a disposición de la autoridad judicial.
En este caso, los agentes aplicaron el llamado Protocolo Cero, fruto de la Instrucción 5/2021 de la Secretaría de Estado de Seguridad, que ordena a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad practicar las primeras diligencias en los casos de violencia de género en los que las víctimas no desean presentar denuncia contra sus presuntos maltratadores, actuando de oficio ante cualquier episodio que revista caracteres como los relatados.