El empresario adquirió una deuda con sus trabajadores de más de 16.000 euros
VALLADOLID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional de Valladolid ha detenido a un empresario de la construcción como presunto autor de un delito contra el derecho de los trabajadores, en concreto a extranjeros irregulares a los que contrataba y, supuestamente, explotaba laboralmente.
La Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales de la Policía Nacional inició en Valladolid una investigación denominada 'Operación ODIN', al detectar y localizar una cuadrilla de trabajadores de la construcción que resultaría ser víctima de explotación laboral.
El pasado mes de mayo se tenía conocimiento de la existencia de un varón que ostentaba la titularidad de una sociedad limitada dedicada a la actividad de construcción y reformas que tenía en plantilla a tan solo cuatro trabajadores dados de alta en la Seguridad Social, si bien para poder realizar todas las obras que contrataba se nutría de ciudadanos extranjeros.
A raíz de la colaboración entre Policía Nacional y la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en la lucha contra el fraude a la Seguridad Social y el empleo irregular, se procedió a la realización de inspecciones conjuntas y simultaneas en las obras contratadas por el empresario, pudiendo corroborar las versiones vertidas por las víctimas, según la información policial recogida por Europa Press.
En una de las inspecciones resultó identificado el propio empresario junto a dos trabajadores sin autorización para trabajar en España, mientras que en la otra inspección se localizó e identificó a otro trabajador en situación irregular.
AL MENOS SIETE VÍCTIMAS
Tras las gestiones de investigación realizadas se pudo constatar que el varón había contratado, al menos, a siete súbditos extranjeros irregularares como mano de obra, los cuales se encontraban en situación de vulnerabilidad con cargas familiares y que, movidos por la necesidad de subsistir, se vieron abocados a aceptar las condiciones laborales impuestas por el empresario.
Estas condiciones laborales abusivas y desproporcionadas que rozaban la semiesclavitud, consistían en trabajar a destajo hasta doce horas diarias de lunes a viernes e incluso los fines de semana que el empresario consideraba necesario, sin derecho a vacaciones ni descansos o días libres. Carecían de contrato laboral y de alta en Seguridad Social.
El salario medio prometido era de unos cincuenta euros diarios; sin embargo, ninguno de ellos llegó a percibir las cantidades pactadas, recibiendo únicamente pequeñas cantidades económicas para subsistir, acumulando el empresario una deuda con los siete trabajadores objeto de explotación laboral de más de 16.000 euros.
Esta "contratación" de trabajadores irregulares y las condiciones de explotación a las que eran sometidos resultaba muy rentable para el empresario, ya que el beneficio personal se elevaba exponencialmente al reducir los gastos y costes derivados de contratar trabajadores cumpliendo lo estipulado en la legislación laboral vigente.
La operación policial ha culminado con la detención del investigado.