SEGOVIA, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil investiga a dos vecinos de Cuéllar (Segovia) por un presunto delito de maltrato animal al haberle localizado en una inspección a 16 gallos de su propiedad con mutilaciones en sus crestas, lo que está prohibido.
La Patrulla de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Coca y el Equipo Roca de Cuéllar realizaron el pasado 6 de noviembre la inspección de un corral de la citada localidad, en cuyo interior localizaron un total de 16 gallos con sus crestas mutiladas.
Los guardias civiles, junto con un veterinario del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, levantaron acta de lo sucedido y posteriormente citaron a los propietarios de las aves en calidad de investigados, como presuntos autores de un delito de maltrato animal.
En concreto, esta inspección se llevó a cabo tras una investigación que comenzó el 10 de octubre, cuando componentes del Seprona de Coca realizaron una primera visita y comprobaron que los titulares del corral carecían de documentación para realizar la actividad de cría y cuidado de las aves.
De este modo, se levantó un primer acta y se formularon tres denuncias administrativas que se remitieron al Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de la Junta, al ser el organismo competente para instruir el consiguiente expediente sancionador en materia de protección y sanidad animal, ya que la ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales prohíbe practicarles cualquier tipo de mutilaciones o modificaciones corporales que no estén autorizadas.
Asimismo, el Código Penal castiga como autor de un delito de maltrato animal, el que, fuera de las actividades legalmente reguladas, y por cualquier medio o procedimiento cause lesiones a un animal, e incluso a quien sin llegar a causarle le hubiere maltratado gravemente al animal.
Tras la primera inspección, y al considerar los agentes que los hechos podrían constituir delito, se solicitó el apoyo a los Servicios Veterinarios de la Junta de la Unidad de Cuéllar, y se realizó una segunda inspección, la del 6 de noviembre, que culminó con la investigación de dos personas como presuntas autoras de un delito de maltrato animal al hallar en el interior del corral un total de 16 gallos descrestados.
La Guardia Civil ha explicado, en un comunicado recogido por Europa Press, que normalmente esta práctica se lleva a cabo para evitar que en las peleas estas aves se desangren y pierdan la visión.
Las autoridades instruyeron las correspondientes diligencias que fueron remitidas al Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción de Cuéllar.