VALLADOLID 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
La exesposa de David M.L, a juicio con jurado desde este miércoles en Valladolid por el doble crimen de su nueva pareja sentimental, Paloma, y la hija de ésta, de 8 años, ha definido a su ex como un hombre "celoso, controlado y agresivo cada vez que bebía", lo que había experimentado en sus propias carnes durante la relación conyugal y le había llevado finalmente a presentar una denuncia contra él por maltrato.
El testimonio de la que fuera esposa del acusado, con quien tiene un hijo, se ha producido durante esta tarde en la Audiencia de Valladolid, después de que por la mañana quedara constituido el jurado popular y las distintas partes personadas hicieran un primer alegato para exponer sus respectivas posturas y la calificación de los hechos, que las acusaciones entienden como asesinatos y la defensa como homicidios.
La exmujer de David, Beatriz B.L, que a petición propia ha testificado tras una mampara para no coincidir con el acusado, ha recordado que hasta entrada la mañana del día 23 de enero de 2023 no vio el whatsapp que el ocupante del banquillo le había mandado de madrugada tras el doble crimen y en el que la responsabilizaba directamente de lo ocurrido.
"La culpa es tuya, esta es las consecuencias", es la frase que David le había enviado a las 01.30 horas, sin que la testigo llegara en ningún momento a sospechar de que David había acuchillado mortalmente esa madrugada a Paloma e India en el piso del Paseo de Zorrilla de Valladolid que compartía con ellas desde hacía unos meses. "Le mandé otro whatsapp diciendo que no entendía lo que me decía, pues lo único que imaginaba es que había salido y la había liado", ha apostillado la exmujer.
UNA PERSONA MUY "CONTROLADORA"
Sobre su relación, antes de la separación definitiva y la notificación de la demanda de divorcio que David recibió tres días antes del tráfico suceso, Beatriz, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha explicado que tuvo que soportar episodios de celos del acusado, a quien ha definido como un "mentiroso compulsivo" y una persona "muy controladora". De hecho, ha indicado que solía cogerle el teléfono móvil para ver sus conversaciones con otras personas e incluso comprobaba a través del celular la localización para ver dónde había estado. "No le gustaba que hablara con otros chicos", ha criticado la ex.
También ha hecho referencia a episodios de violencia, coincidiendo siempre cuando David había bebido, si bien ha reconocido que tan solo le había denunciado en una ocasión y ello había terminado en juicio en 2017. "Cuando bebía era muy agresivo", ha reiterado Beatriz, quien también ha recriminado a su ex no haber ejercido como padre ya que "ni cumplía el régimen de visitas ni tampoco con la pensión alimenticia".
Con carácter previo a su declaración, el jurado ha contado con el testimonio de las dos hermanas del acusado, Ana y Carolina, ambas con graves dificultades para testificar tras sufrir sendos ataques de ansiedad, así como del marido de la primera de ambas y cuñado de David, quienes han coincidido al señalar que la relación entre el acusado y las víctimas era buena, "normal", y han lamentado los graves problemas de adicción de David y los numerosos programas de deshabituación que siempre dejaba a medias.
Respecto de aquella madrugada, Carolina, entre sollozos, ha recordado que no se enteró de lo ocurrido hasta que al día siguiente vio el whataspp familiar y vio un mensaje de su hermano del siguiente tenor: "Perdóname, no era yo". La testigo, antes de abandonar la sala llorando de forma desconsolada, ha hecho referencia también a los graves problemas que su hermano ha tenido siempre con el alcohol y las drogas. "¡Cuántas veces le dije: David no bebas!", ha rememorado Carolina sin poder controlar el llanto.
Todavía más afectada se ha mostrado la otra hermana, Ana, que fue quien aquella madrugada recibió una llamada telefónica de David en la que éste le confesó lo que acababa de suceder. "¡Hay lo que he hecho, hay lo que he hecho!", es la frase repetida que Ana ha puesto en boca de su hermano, del que recuerda haberle oído vomitar al otro lado del teléfono mientras le contaba lo que había ocurrido en el piso.
La testigo entregó el teléfono a su marido, Emiliano, y fue éste quien tras una larga conversación con su cuñado alertó al Servicio de Emergencias 112 para comunicar que se había producido un homicidio en el piso del Paseo de Zorrilla, aunque inicialmente hizo solo mención a la muerte de Paloma, no de la niña.
"Apenas se le entendía. No estaba en condiciones normales, dijo que había hecho una barbaridad, pero no me acuerdo muy bien de más porque la situación fue muy traumática, con mi esposa desmayada a mi lado", ha incidido Emiliano, de ahí que a petición del fiscal se ha reproducido en sala la llamada efectuada aquella madrugada al 112 mientras de fondo se escucha a su esposa diciendo "por favor, que sea mentira, por favor que sea mentira".
El juicio entra este jueves en la segunda jornada en la que está previsto el interrogatorio de una treintena de personas.