VALLADOLID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las consejerías de Familia e Igualdad de Oportunidades y de Educación han establecido un protocolo de actuación en centros docentes para detectar de forma precoz el maltrato infantil y clarificar el proceso de intervención a seguir y llevar a cabo la notificación correspondiente.
El protocolo establece los pasos a dar, aunque los centros educativos ya actuaban si detectaban estos casos y, de hecho, en los últimos cinco años se han notificado 281 sospechas --entre un 5 y un 8 por ciento del total de las recibidas en los Servicios Sociales--, de las que 115 derivaron en expedientes de protección, en la mayor parte de los casos por negligencias físicas y psíquicas, así como por maltrato físico.
Así lo han explicado los consejeros de Familia e Igualdad de Oportunidades y Educación, Alicia García y Fernando Rey, respectivamente, quienes han presentado el 'Protocolo de intervención educativa ante el posible riesgo y/o sospecha de maltrato infantil en el entorno familiar', que establece un marco de coordinación permanente en la materia.
El documento va destinado por un lado a concienciar y formar al profesorado de los centros educativos de toda la Comunidad respecto a la detección precoz de estas situaciones y, por otro, a clarificar el proceso de intervención a seguir desde la sospecha del maltrato hasta su notificación.
En este sentido, el Protocolo recoge las pautas de actuación tanto en el propio sistema educativo como para su notificación a los servicios sociales, bien a los centros de acción social (CEAS) en el caso de sospecha de maltrato leve o moderado o a las secciones de Protección a la Infancia en los casos más graves.
"Con este protocolo se cierra el círculo respecto a los mecanismos de detección y coordinación dirigidos a los principales profesionales que pueden detectar estas situaciones", ha señalado Alicia García.
El objetivo de todas estas actuaciones es la "protección total" de los niños y lograr un "aula totalmente segura", ha indicado Fernando Rey, quien ha aseverado que se pretende que los escolares no sufran maltrato alguno, ni siquiera en el ámbito de su familia.