Un 60 por ciento de las recetas que se expiden en la Comunidad son electrónicas
VALLADOLID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León, Raquel Martínez, ha recordado que un 15 por ciento de las boticas de la Comunidad --242-- se encuentran en situación de "viabilidad complicada" y ha apuntado que una posible solución sería la contratación de servicios como los cribados de determinadas enfermedades o de campañas de educación sanitaria.
Así lo ha explicado la responsable de Concyl en la jornada del 25 de septiembre, Día Mundial del Farmacéutico, que celebran los 3.997 colegiados del sector en Castilla y León y en el que quieren destacar su labor en distintos ámbitos de la salud, desde la Farmacia Comunitaria, la investigación o la docencia, hasta los análisis clínicos o la distribución, entre otros.
En la actualidad, en la Comunidad 2.863 de los colegiados dedican su actividad a las 1.628 oficinas de farmacia existentes, a los que se suman los 72 que trabajan como analistas clínicos, los 51 de la industria farmacéutica, 147 en farmacia hospitalaria y 36 en la distribución.
El perfil del licenciado en Farmacia es mayoritariamente femenino, pues a ese género pertenece un 74,4% de los colegiados que, además, tienen una edad media de 44 años.
Una de las características que distingue a los farmacéuticos de Castilla y León es que un 95% de la población tiene cubierta la atención en su propio municipio, mientras que el 5% restante la tiene a menos de diez minutos. La comunidad castellanoleonesa es una de las que menos habitantes por farmacia presenta, con unos 1.502 según datos del año 2016.
Con ello, Martínez ha recordado que se estima que 242 de las boticas de Castilla y León, aproximadamente un 15%, se encuentran en situación de "viabilidad complicada", ante lo cual ha planteado soluciones como la contratación de servicios, entre los que podrían estar el cribado extrahospitalario de dolencias cono el cáncer de colon o la diabetes, o acciones de educación sanitaria o de promoción de la salud.
Raquel Martínez ha destacado que la Administración autonómica es "muy sensible" con la farmacia en el mundo rural y que ayuda ante la problemática que viven, pero ha advertido de que "no es suficiente" pues se debería "apostar más por el profesional farmacéutico" con ese tipo de contrataciones.
BALANCE DE LA RECETA ELECTRÓNICA
La representante de los farmacéuticos se ha detenido especialmente en "uno de los principales hitos de la profesión en Castilla y León", como considera la valoración de la evolución del sistema de receta electrónica, con la que se puso en marcha el sistema de interoperabilidad el pasado mes de junio y ya ha facilitado la expedición de 20.400 recetas electrónicas para ciudadanos de otras Comunidades.
El 60% de las recetas en Castilla y León ya son recetas electrónicas En cuanto a la implantación de la receta electrónica, la Administración Sanitaria y el Concyl siguen trabajando en la próxima implementación de nuevas funcionalidades.
A día de hoy, son ya 774.193 los ciudadanos incorporados al sistema de e-receta y ya se han dispensado 39,6 millones de envases por este sistema en la Comunidad. De hecho, cerca de un 60% de las recetas que se tramitan en Castilla y León ya son e-recetas.
En cuanto a la interoperabilidad, es un sistema conectado que permite a los ciudadanos retirar su medicación en las oficinas de farmacia de las 9 Comunidades Autónomas que ya son interoperables. Desde su puesta en marcha el pasado mes de junio, son ya 20.469 las recetas electrónicas que. En concreto, los sistemas de receta electrónica de Castilla La Mancha, Canarias, Extremadura, Aragón, Comunidad Valenciana, La Rioja, Castilla y León, Galicia y Navarra son ya interoperables.
Próximamente se incorporarán Murcia y Asturias, Comunidad esta última que favorecerá el traslado de pacientes entre Castilla y León y el Principado.
De esta manera, cuando un usuario de estas Comunidades acude a una farmacia de estas autonomías y entrega su tarjeta sanitaria, el farmacéutico puede conocer el listado de fármacos que debe retirar el paciente y proceder a su dispensación.
Los beneficios que la interoperabilidad trae consigo, según Raquel Martínez, "son indudables, tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios". Por un lado, considera, facilita el acceso a los tratamientos de los pacientes que no se encuentran en su Comunidad y permite al farmacéutico el seguimiento de dichos tratamientos.
Todo esto con la vista puesta en mejorar la adherencia terapéutica y contribuir a la seguridad del medicamento a través de la detección de posibles reacciones adversas e interacciones. Esto no sólo permite mejorar la accesibilidad del medicamento, sino que facilita un mayor seguimiento farmacoterapéutico.