PALENCIA, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil de Palencia ha destruido un total de 636 armas que habían sido depositadas en las Intervenciones de Armas y Explosivos de Palencia, Herrera y Saldaña.
El origen de estas armas es voluntario, ya que proceden de propietarios que las habían utilizado en la comisión de hechos delictivos o por decisión de deshacerse de ellas.
Otras habían sido incautadas por la Guardia Civil debido a infracciones administrativas o por ser consideradas armas prohibidas. De las 456 que eran armas de fuego, 368 eran largas (escopetas y rifles) y 51 cortas (revólveres y pistolas), además de 17 armas de aire comprimido, seis armas detonadoras, un arma de inyección anestésica y 13 piezas fundamentales como cañones, armazones y cerrojos.
El proceso de destrucción se realizó en un horno de fundición en Santander, lugar en el que las armas fueron reducidas a chatarra a más de 1.400 grados centígrados.
Asimismo, se destruyeron 180 armas blancas, incluyendo navajas, cuchillos, puñales, puños americanos, tirachinas y hachas.