'Hors du temps', relato nostálgico del confinamiento de un burgués

Archivo - Escena de 'Hors du temps, filme de Olivier Assayas que compite en la 69 Seminci.
Archivo - Escena de 'Hors du temps, filme de Olivier Assayas que compite en la 69 Seminci. - CAROLE BETHUEL - 'HORS DU TEMPS' - Archivo
Publicado: viernes, 25 octubre 2024 16:09

   Olivier Assayas se mueve entre el drama y la comedia en esta autoficción del reencuentro con su hermano en la pandemia

   VALLADOLID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El cineasta francés Olivier Assayas construye su película más personal en 'Hors du temps', el relato nostálgico del confinamiento de un burgués intelectual que se reencuentra con su infancia y su familia gracias al "paréntesis milagroso" provocado por la pandemia de la Covid-19.

   Se trata una película autobiográfica del célebre director francés, que compite por la Espiga de Oro en la Sección Oficial a concurso de la 69 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), donde se ha proyectado este viernes tras estrenarse mundialmente en la Berlinale.

   Esta crónica de la pandemia se mueve entre el drama y la comedia, de la mano de Étienne (Vincent Macaigne), cineasta que está pasando la pandemia junto a su hermano Paul (Micha Lescot), crítico musical, en su enorme casa familiar rodeada de bosques y caminos verdes en Montabé, en el Valle de Chevreuse.

   Ambos, con hijos y separados, experimentan el encierro junto a sus respectivas novias, Morgane (Nine D'Urso), quien lleva dos años con Étienne, y Carloe (Nora Hamza), que acaba de empezar una relación con el recién divorciado Paul.

   Los cuatro tienen la oportunidad de vivir un confinamiento que no equivale al encierro y la asfixia mayoritaria, ya que pueden pasear por la naturaleza, jugar al tenis al aire libre, comer en el patio y disfrutar del arte, un gusto inculcado desde la infancia.

   Así las referencias culturales al cine, la pintura o la música son innumerables en este filme que muestra la forma de vivir el confinamiento como un momento de reconciliación para el protagonista, Étienne, alter ego de Assayas, quien ve en este parón un "paréntesis milagroso".

   Se trata para él de un "tiempo detenido", en el que prueba con aparente éxito la convivencia con su pareja, vuelve a su infancia y vive un reencuentro agridulce con su hermano y su casa familiar, de la que repasa los cuartos que guardan los recuerdos y la historia de su familia.

   Con el intercalo de su voz como narrador, junto a imágenes de la verde Montabé y la vivienda familiar, Étienne, o Assayas, mira con melancólica a esta etapa que, sin embargo, también le generó temor. Y es que el filme presenta al cineasta como una persona atemorizada por la nueva enfermedad y maniática con las medidas sanitarias, lo que se contrapone a la sensación de opresión en la que se sumerge su hermano.

   Con este relato autobiográfico y positivo sobre la pandemia, Assayas plasma el encierro vivido como una utopía del tiempo detenido, a la vez que reconoce el vacío provocado por la inmovilización.

   En sus 105 minutos de duración, con la fotografía de Eric Gautier, la película se sostiene, principalmente, en los diálogos de estos personajes intelectuales, en un ejemplo del feliz confinamiento de una familia burguesa.

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