SEGOVIA 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil investiga a dos personas por presuntas irregularidades en el etiquetado de corderos a lo largo del año 2016, cuando habrían podido etiquetarse de forma incorrecta hasta 15.000 corderos de origen francés, lo que constituirían presuntos delitos de estafa y falsificación de documento.
Los titulares de una empresa cárnica de la localidad de Riaza (Segovia) habrían etiquetado presuntamente 15.000 canales de corderos de origen francés como si fuesen de origen español, para distribuirlos en el mercado durante el pasado año 2016, según datos de la Subdelegación del Gobierno.
La investigación se inició en el mes de diciembre, cuando, tras las diversas inspecciones realizadas en establecimientos dedicados a la venta, almacenamiento, comercio y distribución de alimentos, el Seprona iniciaba la 'Operación Lechazo', al detectar estas irregularidades en la trazabilidad de los corderos de otros países.
El 'modus operandi' consistía en la recepción en el matadero de corderos de origen francés documentados correctamente, los cuales, una vez sacrificados en la citada instalación, podían salir al mercado de dos formas, directamente a terceros, o a través de la sala de despiece.
El resultado de las investigaciones se ha obtenido al examinar los lotes de salida del matadero a la sala de despiece, y compararlos con las entradas registradas en la sala, comprobando que todos los corderos de origen francés que habían tenido entrada, quedaban etiquetados como corderos españoles.
La diferencia de precio en el mercado entre el cordero francés y el español puede oscilar entre tres y cinco euros por animal a la hora de comprarlos, y entre tres y nueve euros de incremento a la hora de venderlos. La estafa podría elevarse hasta un total de 160.000 euros.
Todas estas actuaciones se desarrollan a nivel internacional en el marco de la Operación Opson VI, de Seguridad Alimentaria, cuya finalidad es la lucha contra la falsificación, adulteración, venta, etiquetado, comercio o distribución ilegal de productos alimenticios y fraude económico, con el objetivo de proteger de esta forma la seguridad en la cadena alimentaria de los consumidores, que en determinados momentos pueden generar cierta alarma social.
La Guardia Civil recomienda que, a la hora de adquirir corderos lechazos para consumo humano, pidan información a las carnicerías u otros establecimientos de venta al público, sobre el país de procedencia, para saber realmente lo que están comprando.