ÁVILA, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El acto 'Diez años de su partida: Reflexiones sobre Adolfo Suárez', organizado por la Universidad Católica de Ávila (UCAV) y la Junta, que ha contado con la participación de los expresidentes Felipe González y José María Aznar, ha recordado a este abulense, quien fuera primer máximo responsable del Ejecutivo central en la historia de la democracia, y ha puesto de manifiesto sus logros como "artífice" de la Transición y "defensor de la concordia y el diálogo".
Ambos expresidentes, tras la introducción de la rectora de la Universidad Católica de Ávila, María del Rosario Sáez Yuguero, y la intervención del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, han hablado de sus recuerdos con Adolfo Suárez, comenzando por los inicios en sus cargos políticos y esas primeras conversaciones con él, como ha recordado González, en la casa de un tercero, un lugar neutro en el que estaban solos y Suárez abrió él mismo la puerta para encerrarse a hablar durante al menos tres horas.
González también ha recordado que el de Suárez fue un "mandato de nombramiento directo" del rey Juan Carlos, que no solo tenía la facultad de hacerlo, sino que además contaba con todos los poderes y "renunció a ellos para que España tuviera una democracia".
A partir de ahí, ha sostenido, "gobernó como pudo", y en el "escenario salvó una ruptura que podría llegar a ser violenta, como pensaban muchos de los que contemplaban" desde fuera, ha remarcado.
En su opinión, la tarea "no fue fácil, pero se tuvo los entrenamientos" en los acuerdos de la Moncloa, que sirvieron para saber que podíamos entendernos", ha profundizado.
También ha habido hueco para hablar de la Constitución, fraguada en el Parador de Gredos, en Ávila, "esencia de la convivencia que algunos rechazan", y que en aquel momento donde más se votó fue precisamente en Cataluña, ha recordado, en la época en la que se gritaba 'Libertad, amnistía y estatut de autonomía', algo que no ocurría en el País Vasco.
A este respecto, González ha defendido que Suárez "hacía lo que se podía hacer, lo demás no", debido a que no tenía entonces todo el margen de maniobra que le permitiera hacer incluso lo pactado entre ambos en charlas previas.
"Cometíamos errores, teníamos discrepancias", pero se resolvían, ha recordado, añadiendo que por encima de todo estaba el deber institucional. Aznar, por su parte, ha querido "manifestar respeto por todos los que hicieron posible la transición" en "estos tiempos tan de enfrentamiento, de animadversión al adversario político, con tanto rechazo al que piensa diferente".
Igualmente ha destacado la capacidad de pactar los acuerdos y los desacuerdos, "algo que se ha olvidado también ahora, que no se pactan los acuerdos ni los desacuerdos ni nada".
El expresidente ha recalcado que la tarea de su mandato fue continuar con el legado de Suárez, "no vinimos a inventar y descubrir nada", sino a continuarlo.
El coloquio se ha cerrado con un minuto de intervención de cada expresidente en el que, por parte de Aznar, ha destacado que la Transición es una "expresión de confianza en el futuro de España. España no es un estado fallido, no es una nación fallida. El futuro de España es convivencia, libertad, democracia", pero siempre "respetando las reglas del juego", algo a lo que González ha respondido con un "sin duda".
Aznar ha añadido que "España saldrá de sus crisis si los españoles dejan de ser espectadores de la propia crisis", ya que la pasividad hoy es la cómplice en contra de la libertad y futuro del país. Por su parte, Felipe González ha reivindicado algún tipo de debate, no más porque no existe actualmente, donde se discutan los problemas de España.
"Estamos viviendo un vacío extrañísimo de temas importantes que afectan a la vida de la gente, de todos los días, y seguimos estando fuera de esa realidad. La otra realidad es una realidad virtual"; y ha añadido que "yo no pactaría con un separatista nada". El final de esta jornada lo ha puesto una frase de Adolfo Suárez: "El futuro del pueblo no está escrito porque solo el pueblo puede escribirlo".