VALLADOLID 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid, encargado de la investigación sobre la desaparición y posterior hallazgo del cadáver de la vecina de Traspinedo Esther López, ha dictado auto de imputación contra el único investigado en la causa, Óscar S.M.
En su auto, y de conformidad con la solicitud realizada por la Fiscal Jefa de Valladolid, a la que la jueza había evacuado consulta sobre los próximos pasos que en su opinión había que dar tras dos años y medio de instrucción, ha resuelto transformar las diligencias en procedimiento de la Ley de Jurado con el fin de sentar en el banquillo al presunto responsable de la muerte de Esther López, según la información del Gabinete de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León recogida por Europa Press.
"Los hechos investigados revisten por ahora, y sin perjuicio de ulterior calificación, los caracteres de asesinato para la acusación particular, y de asesinato/homicidio y omisión del deber de socorro para el Ministerio Fiscal, sin perjuicio de otras posibles calificaciones como delito contra la integridad moral, la seguridad del tráfico...etc.; siendo competencia del Tribunal del Jurado conocer tanto de los delitos contra la vida como de la omisión del deber, de conformidad con lo dispuesto en el art. 1 de la LO 5/1995", recoge el auto de la juez, que señala el día 20 de diciembre, a las 11.00 horas, la preceptiva audiencia donde las partes deberán exponer sus posiciones.
La resolución de la nueva instructora, después de que la titular haya dejado Instrucción 5 para incorporarse como magistrada a la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial, se produce más de un mes después de que su predecesora asistiera a la testifical, en calidad de peritos, de distintos expertos de la defensa y de la Guardia Civil sobre varios informes de geolocalización de teléfonos móviles y sobre el Volkswagen T-Roc del único investigado.
AUTO ANSIADO POR LA FAMILIA
La decisión de la nueva instructora de sentar en el banquillo a Óscar S.M. era lo que la familia de la fallecida, en boca de su hermana Inés y de su letrado, venía demandando desde hace muchos meses al entender que toda la prueba practicada hasta entonces era más que suficiente como para imputar al único investigado como la muerte de la joven.
El abogado de la familia, Guillermo Ruiz Blay, había mostrado su pesimismo de obtener ya ese ansiado auto por falta de tiempo material, ya que la jueza abandona el juzgado para asumir su nuevo destino y siguen pendientes varios trámites por practicar, como resolver un recurso en la Audiencia Provincial sobre la petición de la defensa de acceder a las fotos de autopsia y la presentación del informe completo de un perito de Seada sobre la manipulación de la centralita del coche presuntamente implicado en el atropello.
En el lado contrario, la hermana de la víctima, Inés López, durante la concentración que familiares y amigos protagonizaron ante la puerta del Edificio de los Juzgados, coincidiendo con el referido interrogatorio a los peritos, albergaba entonces la esperanza de lograr la imputación del único sospechoso antes de que la jueza asumiera su nueva tarea judicial en la Audiencia vallisoletana.
"¡Sería una locura que no hubiera juicio!", advirtió entonces Inés, para quien sería igualmente un despropósito que la hasta ahora instructora se marchara sin confluir la investigación y que "la nueva jueza o juez que llegue tenga que verse más de dos mil folios de investigación" antes de resolver si sobresee o continúa por la vía del juicio con jurado popular.
Un atestado de la Unidad Central Operativa (UCO) y la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Valladolid avalaba la hipótesis de la autoría del crimen por parte de Óscar S.M, fruto de un "arrebato en caliente" tras una discusión de origen desconocido.
En dicho informe se apunta que la causa de la muerte fue el atropello por un turismo a velocidad media o baja cuando la víctima se hallaba de espaldas, con la confluencia de otros factores como la intoxicación etílica, el consumo de cocaína y la hipotermia, y que la mujer no murió en el acto sino que podía haber sobrevivido en caso de haber recibido cuidados paliativos, "con lo que pudo vulnerarse su derecho a la atención personal y asistencia sanitaria paliativa".
"En definitiva, Esther quedó como consecuencia del atropello sin posibilidades de defensa, desamparada a merced de su agresor, imposibilitada de obtener ayuda de terceras personas y sin capacidad real de oponerse", apuntaba el informe en el que se vinculaba en dicho atropello y posteriores hechos a la persona que la noche del 12 al 13 de enero de 2022 la llevaba en su vehículo, un Volkswagen T-Roc.
La vecina de Traspinedo era buscada desde que sus padres presentaran denuncia el día 17 de enero, después de que no diera señales de vida tras haber estado la noche de su desaparición viendo en un bar del pueblo el partido de la Supercopa entre el Barcelona y el Real Madrid y luego continuara la fiesta con unos amigos en casa de uno de ellos y más tarde en unas bodegas.
Esa era la versión que habían facilitado las dos personas con las que estuvo esa noche antes de que se le perdiera el rastro, dos vecinos de Traspinedo, el citado Óscar y Carlos, apartado ya de la investigación, que viajaron con ella en el coche del primero de regreso a casa y que, según relataron con algunas contradicciones, se detuvo ante el restaurante La Maña.
En el relato ofrecido, Carlos se apeó del vehículo para ir a su casa y luego Óscar y Esther discutieron porque ella quería seguir de fiesta y él la dejó en las inmediaciones, sin que se volviera a saber nada más de la mujer en los últimos veinticuatro días.
El cuerpo sin vida de la mujer, que contaba con 35 años, fue hallado casi un mes después, el 5 de febrero, cerca de una cuneta de la carretera que sirve como principal acceso al municipio.
Hasta la fecha, la mayoría de los informes realizados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han centrado todas las sospechas sobre la persona del también vecino de Traspinedo Óscar S.M, supuestamente la última persona que la noche de autos, el 13 de enero, la vio con vida y la llevó en su vehículo tras una noche de juerga.
Entre esas pruebas la UCO se ha apoyado en el hecho de que los teléfonos móviles de la víctima y del sospechoso fueran desconectados al mismo tiempo la noche de autos, así como en la compatibilidad de que el móvil de ella estuviera posicionado sobre las 03.26.25 horas de la noche de autos en el domicilio familiar de Óscar, en la parcela cuatro de la Urbanización El Romeral de Traspinedo, a pesar de que él haya negado por activa y pasiva haber estado con ella en el inmueble aquella madrugada.
La presunta manipulación de la centralita del Volkswagen T-Roc, propiedad de Óscar, con el borrado de eventos y averías registrado los días 1 de febrero y 2 de abril, supuestamente para eliminar cualquier información sobre los movimientos del vehículo; el hallazgo de restos de ADN de ella en el maletero del citado turismo, la compatibilidad entre una fibra de la chaqueta que vestía la víctima y la obtenida en la vivienda de Óscar, junto con el lavado del turismo horas después de esa noche en una estación de servicio situada a la altura del número 51 de la Avenida de Zamora, en Valladolid capital, figuran, entre otras, como parte también de las evidencias que a juicio de la UCO incriminan al investigado en la desaparición y muerte de la joven.