PALENCIA, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Castilla y León impulsa la implantación de una planta fotovoltaica para riego sostenible que beneficiará a 4.000 regantes del Canal de Pisuerga en la que va a invertir 5,4 millones y dará servicio a unas 12.000 hectáreas.
Para ello, la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, y el presidente de esta comunidad de regantes, Alberto Nebreda, han suscrito este martes un convenio de colaboración en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de la localidad palentina de Astudillo.
Este proyecto, al que la consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural aporta el 40 por ciento del presupuesto (2,1 millones), va a permitir que los 4.000 propietarios que integran la comunidad, pertenecientes a 19 municipios de las provincias de Burgos y Palencia, puedan regar sus parcelas de una forma sostenible y más eficiente, "consiguiendo que sus explotaciones sean más rentables y, por tanto, más competitivas" ha indicado la consejera.
Así, el acuerdo suscrito va a hacer posible ejecutar una infraestructura de 4.475 kW de potencia destinada exclusivamente al autoconsumo, que producirá anualmente aproximadamente 6,7 millones kWh, y que supondrá un ahorro de emisiones de 2.400 toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera cada año, además de reducir entre un 30 y un 40por ciento de la factura energética.
Esta actuación se enmarca en el plan de la Junta de Castilla y León para impulsar la eficiencia energética en las comunidades de regantes que contempla 63,2 millones de inversión y supondrá el desarrollo de instalaciones fotovoltaicas para el riego sostenible de 92.300 hectáreas, un 50 por ciento más de lo comprometido inicialmente (60.000 ha), de las cuales 55.100 ya están iniciadas o finalizadas.
La titular de Agricultura ha hecho especial énfasis en que esta iniciativa forma parte del programa de actuaciones del Ejecutivo autonómico para desarrollar instalaciones fotovoltaicas en comunidades de regantes con cinco proyectos ya finalizados y otros nueve en fase de ejecución, dentro de la apuesta por una gestión eficiente del uso del agua y un apoyo específico para la reducción de los costes de producción de las explotaciones agrarias.
Con ello se potencia la agricultura de regadío, que en Castilla y León alcanza 550.000 hectáreas, únicamente el 13 por ciento de toda su superficie de cultivo, "debido fundamentalmente a la falta de regulación en la Cuenca del Duero", según ha explicado, y que, tal y como está comprobado, "promueve las incorporaciones de jóvenes al mundo agrícola seis veces más que en las zonas de secano; favorece la fijación de habitantes en el medio rural, con densidades de población tres veces superiores que en las zonas no regables; e incentiva la inversión, al multiplicarse por seis con respecto al secano", ha añadido.