VALLADOLID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Castilla y León ha situado en el 2,5 por ciento la previsión de crecimiento de la economía regional para el presente año, al igual que en España, y ha rebajado al 14,1 por ciento la tasa de paro de 2017 cuando la tasa de creación de empleo alcanzará el 2,1 por ciento lo que se traducirá en la creación de cerca de 20.000 nuevos puestos de trabajo.
Así lo ha anunciado el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en la presentación del proyecto de presupuestos para 2017 que el jefe del Ejecutivo ha enmarcado en un escenario de consolidación del ciclo de recuperación económica que se inició de forma "tímida" en 2014, para su confirmación en 2015 y su fortalecimiento en 2016, cuando el PIB regional creció a un ritmo del 3,2 por ciento, como en España, por la aportación de todos los sectores y la "notable" recuperación de la demanda interna y un nuevo récord de las exportaciones.
En concreto, las cuentas previstas para este año --Castilla y León mantiene prorrogados aún los presupuestos de 2016-- contemplan una previsión de crecimiento del PIB del 2,5 por ciento, como en España, aunque por encima de la media de la zona-Euro 19 (1,6 por ciento) y de la UE-28 (1,8 por ciento), unas estimaciones "prudentes" ante la decisión de la Junta de trabajar siempre en este tipo de escenarios.
"Nosotros preferimos siempre ser prudentes", ha insistido el presidente, quien ha significado no obstante que al final la realidad suele mejorar las estimaciones, como ocurrió precisamente en el año 2016 con esa "notable mejoría" del 2,7 por ciento estimado al 3,2 por ciento alcanzado finalmente.
El escenario macroeconómico prevé una tasa de paro del 14,1 por ciento, 3,4 puntos por debajo de la media española (17,5 por ciento), pero muy por encima de las medias de la zona Euro-19 (9,6 por ciento) y de la UE-28 (8,1 por ciento), si bien Herrera ha recordado que Castilla y León ha rebajado la tasa media en el último año en 3,2 puntos.
Por su parte, la tasa de empleo prevista para Castilla y León será cuatro décimas inferior a la de España (2,1 por ciento en la Comunidad, 2,5 por ciento en España) aunque más de un punto superior a la de la Zona Euro-19 (1,0 por ciento) y casi el triple a la de la UE-28 (0,8 por ciento).
El cuadro macroeconómico de 2017 contempla un objetivo de déficit del -0,6 por ciento del PIB, el mismo que se ha previsto para todas las comunidades autónomas, ligeramente inferior al de 2016 (-0,62 por ciento del PIB según los datos comunicados por el Ministerio), pero más suave que el fijado finalmente para el pasado ejercicio del -0,7 por ciento.
A pesar del mantenimiento de este "esfuerzo" en senda de contención de la deuda, Herrera ha significado la "mayor capacidad de gasto" de la Comunidad ya que, según ha recordado, en abril de 2016 se habló de un -0,5 por ciento para 2017 que finalmente se quedará en ese -0,6 por ciento, y multiplica por seis los límites que se fijaron en julio de 2015, cuando se auguraba un -0,1 por ciento para este año.
"Castilla y León cumplió en 2016", ha refrendado el presidente quien, tras recordar que se trata de una tarea "complicada", no ha ocultado que pasar del -0,7 por ciento permitido para 2016 al -0,6 por ciento permitido para 2017 exigirá "todavía más esfuerzos" en ese ánimo por seguir la senda de consolidación fiscal del país.
Además, prevé el cumplimiento del límite particular de deuda del 19,8 por ciento que mantiene el ratio de 2016 como efecto de la recuperación de la economía y del empleo. Herrera ha aprovechado la ocasión para significar la "equilibrada y correcta" gestión financiera de la Comunidad, con el ejemplo del cumplimiento de la Ley de Morosidad, con pagos a proveedores a 5,6 días en el mes de marzo.
Según sus cálculos, el consumo privado crecerá un 3 por ciento este año, por debajo del incremento de 2016, ya que se prevé un repunte de la inflación por el encarecimiento progresivo del petróleo y de otras materias primas, mientras que el gasto de las administraciones públicas también relajará su ritmo de crecimiento.
Por su parte, la formación bruta de capital fijo aminorará su ritmo de crecimiento al pasar del 2,5 por ciento de 2016 al 2,1 por ciento de 2017 por la desalaceración de la inversión en bienes de equipo por el empeoramiento de las expectativas de consumo doméstico, si bien se verá compensado por el dinamismo del sector exportador, en línea con la evolución del PIB.
Por otro lado, la inversión en construcción mantendrá una tasa de variación positiva durante 2017 y pasará del 1,2 por ciento de 2016 al 0,5 por ciento.
En cuanto al saldo exterior, se prevé crecimiento --en los siguientes años tenderá a estabilizarse-- con una variación anual del PIB regional de 0,3 puntos porcentuales para 2017.