El monasterio Santa María de Rioseco (Burgos) celebrará este domingo la VIII Fiesta del Voluntariado

Habrá música en directo, visitas guiadas teatralizadas, comida popular, conciertos y numerosas actividades para niños y mayores

BURGOS, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

El monasterio Santa María de Rioseco, ubicado en el Valle de Manzanedo (Burgos), celebrará este domingo la VIII Fiesta del Voluntariado, en la que habrá música en directo, visitas guiadas teatralizadas, comida popular, conciertos y numerosas actividades para niños y mayores. La fiesta comenzará a las doce del mediodía y se alargará hasta las ocho de la tarde.

En declaraciones a Europa Press, el párroco del monasterio e impulsor del movimiento 'Salvemos Rioseco', Juan Miguel Gutiérrez, ha afirmado que con esta fiesta se quiere homenajear a todos los voluntarios que "de una u otra manera están haciendo posible la recuperación del monasterio, que son numerosos".

A los más de 100 voluntarios que han trabajado durante la 'Semana del Voluntariado' recuperando este templo, se añaden los que realizan visitas guiadas durante todo el año, a músicos, pintores, fotógrafos, a los que han colaborado en la publicación de libros, etc., para recaudar fondos que financien las obras que se realizan en el monasterio.

Además de la puesta en valor del patrimonio cultural, el colectivo de voluntarios 'Salvemos Rioseco' tiene como objetivo que las actividades realizadas en el monasterio sirvan como regenerador económico de la zona, activando el motor turístico.

MÁS DE 6.000 VISITAS

El pasado año realizaron más de 6.000 visitas guiadas, a las que hay que añadir las que los visitantes hicieron por su cuenta, ya que el monasterio tiene siempre sus puertas abiertas, se puede visitar el día y a la hora que se desee. "Todos esos visitantes se hospedan, comen o consumen algo en los pueblos de alrededor y eso ayuda a la economía local, hecho que nos enorgullece", han señalado desde el colectivo.

En estas fechas se va a dar por concluidas las restauración y reconstrucción de todas las cubiertas de la iglesia, incluida la cilla, o antiguo granero de los monjes, cuya bóveda estaba muy deteriorada y corría peligro de derrumbarse en menos de cuatro años, "una pérdida que hubiera sido irrecuperable", han destacado.

Con la culminación de esta obra se cumplen los primeros objetivos que se marcaron los voluntarios hace ocho años, que era salvar todos los tejados que aún se mantenían en pie en el monasterio. Ahora se plantean seguir con la recuperación de otras estancias, como la antigua casa parroquial que quieren transformar en una hospedería, o el edificio que está junto a la entrada de la iglesia, que se transformará en un bar. También estudian construir un museo con todas las piezas que han ido encontrando en las excavaciones realizadas en el monasterio.