VALLADOLID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
La muerte de la madre del presunto agresor sexual de una niña de 9 años, amiga de su hija, ha obligado este jueves a suspender el juicio previsto en la Audiencia de Valladolid y a fijar su celebración para el próximo día 27 de junio.
La suspensión ha sido acordada por la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial, a petición de la defensa del encausado, L.A.A.S, de 41 años y origen peruano, pero con la frontal oposición de la fiscal del caso y del letrado de la acusación particular.
El fallecimiento de la madre del acusado se produjo este miércoles en Lima (Perú) como consecuencia de una insuficiencia respiratoria aguda, según consta en el certificado que la defensa ha aportado al tribunal y que ha esgrimido para evitar que la celebración del juicio pudiera constituir una vulneración de sus derechos fundamentales.
La suspensión se ha registrado después de que el magistrado presidente de la sala interpelara al acusado sobre su situación personal y éste manifestara que no se encontraba anímicamente preparado. "Es que no estoy con la cabeza clara para responder a lo que se me pueda preguntar", ha advertido el presunto agresor sexual en declaraciones recogidas por Europa Press.
El encausado se expone a una condena que oscila entre los 16 años que solicita el fiscal del caso por dos delitos de agresión sexual--ocho años por cada delito--, junto con las correspondientes prohibiciones de acercamiento o comunicación con la víctima, y los 27 años en total que solicita la acusación particular por tres delitos de agresión sexual.
En concepto de responsabilidad civil, las acusaciones pública y particular reclaman indemnizaciones de 6.000 y 20.000 euros, respectivamente.
Los hechos presuntamente delictivos se produjeron durante la madrugada de los días 26 de marzo y 7 de mayo de 2022, fechas en las que la niña pernoctó en casa del encausado con motivo de la relación de amistad que la menor mantenía con su hija.
Así, durante la noche, siempre según la tesis de los acusadores, L.A.A.S. aprovechaba para entrar en la habitación y realizar tocamientos a la víctima, a la que también habría introducido su dedo en la vagina, y todo ello ante la situación de parálisis de la víctima por miedo.
No fue hasta un día en el que la niña, su madre y una amiga de ésta se encontraban merendado cuando la pequeña terminó por echarse a llorar y contar lo que le había sucedido, tras lo cual su progenitora interpuso la correspondiente denuncia ante la Policía Nacional.
Aunque el acusado siempre ha negado los hechos a lo largo de las diligencias seguidas en el Juzgado de Instrucción número 2, un informe del Equipo Psicosocial apunta que la versión ofrecida por la niña es "probablemente creíble".