VALLADOLID 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
El recién elegido nuevo decano del Colegio de Abogados de Valladolid (Icava), Javier Garicano, y su nuevo equipo tomarán este viernes posesión de sus nuevos cargos, en un acto que tendrá por escenario, a partir de las 20.00 horas, el salón de actos de la organización colegial.
La candidatura de Garicano se impuso el pasado día 21 de noviembre a la del otro aspirante al cargo, Jesús Lozano, con el 60,1 de los 1.498 sufragios contabilizados, tras obtener 901 votos, frente a los 597 conseguidos por el segundo.
Junto a él, tomarán igualmente posesión de sus cargos Javier Martín García (vicedecano), Javier Fresno de la Fuente, Juan Luis Barón Magallón, María José Sánchez González, Laura Blázquez Manzano y Alfonso Alonso Narros.
El nuevo decano, que toma así el relevo de Jesús Verdugo tras ocho años al frente del Icava, nació en Valladolid hace 48 años (2 de agosto de 1968), se licenció en Derecho por la Universidad de Valladolid y se incorporó al Colegio de Abogados el 3 de septiembre de 1996. Al poco tiempo entró a formar parte de la Agrupación de Abogados Jóvenes, de la que llegó a ser vicepresidente.
Durante ocho años ha pertenecido a la Junta de Gobierno del colegio: de 2004 a 2008, con Enrique Sanz como decano, ocupó el cargo de contador y de 2010 a 2014, con Jesús Verdugo, ejerció de diputado 1º. Además, ha sido presidente de la Comisión de la Revista y de la Comisión de Honorarios, en la que continúa como vocal.
El pasado año recibió la Medalla al Mérito en el Servicio de la Abogacía que entrega el Consejo General de la Abogacía Española. Hijo de abogado y casado con una abogada, Javier Garicano es titular, junto con su mujer, del despacho 'Garicano Vicario Abogados', con sede en la calle Santiago de Valladolid.
El Colegio de Abogados de Valladolid tiene 425 años de historia y, según los documentos que se conservan, entre los siglos XIX y XXI, un total de 35 letrados han ocupado el cargo de decano, entre todos ellos una sola mujer, Carmen Vela Alarcó. Los Estatutos del Colegio obligan a abandonar el cargo de decano tras un máximo de dos mandatos, es decir, ocho años en total.