PALENCIA, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El nuevo Obispo de Palencia, Mikel Garciandía, se ha comprometido este sábado a luchar por todas las víctimas de abuso en el seno de la iglesia durante la ceremonia de su ordenación en la catedral.
Garciandía, llegaba a la Seo palentina 20 minutos antes del acto donde ha sido recibido por el Cabildo de la catedral en la Puerta de Santa María.
Tras el saludo, este se ha dirigido a la Capilla del Sagrario para realizar una breve oración, tras la cual ha pasado a la Sacristía para revestirse.
A las 11.00 horas ha dado inicio la procesión desde la Sacristía hacia el altar en la que el nuevo obispo ha estado acompañado del Sr.Nuncio apostólico, Monseñor Bernardito Auza, los obispos y arzobispos, canónigos, acompañantes, miembros de la Curia diocesana, el Obispo-Administrador Apostólico y los diáconos.
Tras dar comienzo a la celebración, el hasta entonces prelado de la Diócesis palentina, Don Manuel Herrero, ha tomado la palabra para dar la bienvenida a los representantes institucionales de la provincia de Palencia y de Navarra, y a la familia de Don Mikel Garciandía.
Cuando ha llegado el momento de la plegaria de ordenación el ordenante principal, Moseñor Auza, le ha impuesto las manos, seguido por el resto de obispos.
Tras la unción con el Santo Crisma y la entrega de evangelio y las insignias episcopales, Garciandía ha quedado desposado con el anillo episcopal, para dar paso a la entrega de la mitra y del báculo con el que ha quedado ordenado como Obispo de Palencia.
Finalmente, el nuevo prelado de la Diócesis palentina ha dado las gracias a todos los presentes y ha manifestado su intención de vivir en Palencia, configurando su vida al Señor como ha hecho durante su servicio ministerial en el monasterio de San Marcos, de Zamartze en Navarra.
Garciandía ha alabado la "preciosa" Catedral que ha acogido el acto, mientras pedía no resignarse a "hacer, del arte, de las obras del pasado una especie de tanatorio" sino que sean "un verdadero paritorio", lugares para despertar de la modorra cultural, y activar la búsqueda y el deseo de plenitud que toda persona lleva dentro.
"Me comprometo a luchar en favor de la vida humana, especialmente, de todas las víctimas de los abusos de cualquier tipo en el seno de la Iglesia y en nuestra sociedad, por los más necesitados, por los enfermos, por los ancianos, por los que serán privados de su derecho a nacer" ha subrayado durante su alocución.
Asimismo, se ha referido a los nuevos retos de la fe cristiana, tanto en su manera de formularse como en su manera de presentarse, en los que el evangelio "seguirá siendo válido y vigente" de cara a la realidad actual.
Por último, ha mostrado su alegría por incorporarse a una diócesis que está en pleno proceso de articular una pastoral más orgánica a la que "con humildad y experiencia" espera poder coordinar.