Los pies de la Catedral de Burgos acogen la vanguardia artística del proyecto esferas de luz 'Evanescence'

   BURGOS, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

   Cuatro grupos de burbujas lumínicas y otras dos esferas más componen el cuadro 'Evanescence' que el Ayuntamiento de Burgos ha instalado en la plaza del Rey San Fernando, a los pies de la Catedral, que se suma a "una iluminación elegante".

   La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, ha detallado que este proyecto nace del atelier australiano 'Sisu'. Este grupo de artistas lo ha llevado "por varios lugares del mundo" y a Burgos ha llegado desde Australia.

   Ayala ha precisado que este mismo espectáculo, el años pasado "estuvo delante de la Almudena y del Palacio Real en Madrid", al tiempo que ha explicado que el montaje tiene un coste de casi 70.000 euros, incluido el personal.

   El escultor y diseñador industrial peruano Renzo Larriviere y la arquitecta espacial Zara Pasfield son los creadores de la idea. Ambos trabajan con un equipo multidisciplinario "para crear entornos experienciales", instalaciones y piezas escultóricas únicas. Su dirección de trabajo se sitúa entre los campos del arte y la arquitectura (art-chitecture), con especial atención al ámbito del arte público.

   Ayala ha destacado que esta muestra es "la guinda del pastel" de todo el trabajo realizado durante la Navidad. Supone parte de esa "apuesta cultural y por la modernidad" y por mezclar "la cultura de la catedral con la arquitectura efímera".Y bien puede contribuir a colocar a la ciudad en puestos de ventaja para optar a la Capitalidad Cultural Europea 2031.

EXPERIENCIA INMERSIVA

   La "arquitectura burbuja" del Atelier Sisu es un ejemplo de sus esferas iridiscentes, con otras enormes "translúcidas que se pegan unas a otras y flotan por las plazas".

   Estas esferas que están en espacios públicos se iluminan tanto como por el sol como por focos artificiales y dejan ver un movimiento. Según los propios creadores se trata de una "instalación inmersiva de luz y sonido" que explora el concepto de lo efímero.

   El material descompone la luz en un arco iris de diferentes colores. Se trata de "sombras complejas de color se proyectan sobre el entorno, alrededor de la obra", emulando la singularidad de las burbujas.

   La alta reflectividad del material permite que la pieza incorpore las estructuras y el entorno que habita temporalmente creando experiencias únicas. Por la noche, la instalación cambia y las proyecciones de luz rebotan dentro de la capa reflectante de las esferas "creando una experiencia completamente nueva" para el espectador