ZAMORA, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Partido Popular ha designado a Javier Faúndez como próximo presidente de la Diputación de Zamora, donde la organización gobernará con mayoría absoluta. El hasta ahora vicepresidente tercero de la institución ha recibido el beneplácito de Génova para convertirse a partir de la toma de posesión del próximo martes en el sustituto de Francisco José Requejo, que ha sido el mandatario entre 2019 y 2023, primero como miembro de Ciudadanos y más tarde como no adscrito.
El PP, que cogobernó sin la Presidencia la institución en este periodo a pesar de contar con doce de los trece miembros del equipo de Gobierno, ha escogido a Faúndez, que ejercerá también durante el mandato como alcalde del municipio de Trabazos, fronterizo con Portugal. Además, el próximo dirigente llegó a ser senador entre 2016 y 2019.
Faúndez, nacido en 1965 y diplomado en Magisterio, fue uno de los principales encargados de elaborar las listas del partido en Zamora para el 28M, uno de los puntos a favor de su nombramiento, según ha destacado este martes, en la rueda de prensa celebrada para proceder al anuncio, el presidente del PP de Zamora, José María Barrios, que dejará la institución provincial tras seis mandatos y que se centrará en su candidatura al Senado.
Barrios ha reconocido que habían sonado varios nombres, como el suyo propio o el del candidato a la Alcaldía de Zamora capital el mes pasado, Jesús María Prada, pero ha bendecido a Faúndez como "el idóneo", dada su "gran experiencia" en la gestión, así como "su capacidad de trabajo y su lealtad".
Por su parte, Faúndez ha reconocido que el nombramiento le ha pillado "por sorpresa", aunque ha explicado que se siente "en una buena edad" para asumir el reto después de participar en la gestión de distintas instituciones y órganos: "Por mi experiencia sé que lo que quiere un alcalde es que se le atienda", ha advertido el futuro presidente de la Diputación, que contará con un equipo renovado: solo repiten cinco miembros del PP procedentes del mandato anterior.
Más allá de eso, Faúndez ha abogado por que "cada céntimo se destine con solvencia y sensatez a los pueblos" y ha concluido con una máxima: "Pensar, razonar y después ejecutar".