El presidente de Actyma propone cerrar crematorios y alimentar a las aves carroñeras con los cadáveres de los difuntos

Actualizado: martes, 18 agosto 2009 19:48

Fue denunciado en 2006 por el Ayuntamiento de Tordesillas (Valladolid) por su campaña contra el festejo del Toro de la Vega

VALLADOLID, 18 (EUROPA PRESS)

El presidente de la Asociación Contra la Tortura y el Maltrato Animal (Actyma), Arturo Ángel Pérez, el mismo que en 2007 fue denunciado por el Ayuntamiento de Tordesillas (Valladolid) por la campaña desplegada en contra del Toro de la Vega, propuso el cierre de los crematorios en España, en su opinión de efectos altamente contaminantes, y la utilización de los cadáveres de las personas para alimentar a las aves carroñeras.

El impulsor de esta propuesta, bajo el lema 'No te dejes cremar, déjate devorar', explicó, en declaraciones a Europa Press, que la misma "va mitad en serio y mitad en tono de sarcasmo" con el fin de abrir un debate sobre la posibilidad de llevarla a término, ya que con ella se solucionaría, por un lado, el grave problema que representa la proliferación de crematorios y sus efectos contaminantes y, por otro, se garantizaría la pervivencia de determinadas especies de aves, en la actualidad en peligro de extinción ante las dificultades para conseguir alimento.

"Se trata de plantear la polémica para abrir las mentes de la gente con respecto al tema del ecologismo y del proteccionismo", incidió Pérez, quien mantuvo que la propuesta no es descabellada por cuanto ya se practica en algunos pueblos del Tíbet, "donde la gente, con mucho amor, se encarga de separar los huesos de la carne de sus seres queridos y luego expone sus cuerpos ante las aves para que se alimenten. En el momento en que sólo quedan huesos, los familiares consideran que sus muertos van camino del cielo".

El presidente de Actyma entiende que resulta más digno para el cadáver de un "animal humano" servir de alimento a otras criaturas que ser quemado "bajo soplete y dentro de una caldera contaminante", en referencia a los crematorios, considerados, según dijo, en la República Federal de Alemania como contaminadores de alto riesgo, de ahí la reducción al mínimo de las licencias que se conceden en dicho país.

"UNA BENDICIÓN PARA EL MEDIO AMBIENTE"

La alternativa propuesta a los crematorios "sería una bendición para el medio ambiente y para las criaturas humanas y no humanas, produciría menos cargas económicas y sería un alivio para que los vivientes restantes pudieran pagar su hipoteca", si bien Arturo Ángel Pérez apostilla que para llevarla a cabo sería preciso una buena infraestructura, con diferentes puntos por toda la geografía peninsular, donde los cadáveres de las personas "con profundo ideal ecológico y otros motivados por el ahorro fueran llevados a estos comedores ecológicos y proteccionistas".

La iniciativa 'No te dejes cremar, déjate devorar' es una respuesta a las críticas que Actyma recibió tras denunciar que en los montes de Tarragona habían sido abandonados los cadáveres de quince vacas y exigir su retirada inmediata al no tener garantías de que los restos no hubieran sido manipulados y pudieran entrañar algún riesgo para las aves y otras especies carroñeras.

"Se nos acusó de no preocuparnos por las aves, y fue entonces cuando se me ocurrió esta idea. Y por qué no. Hace cincuenta años la idea de un crematorio hubiera generado la misma polémica y nadie se hubiera dejado quemar, cuando hoy el 90 por ciento de la gente es incinerada", sentenció.

El presidente de Actyma es el mismo que en 2007 fue denunciado por el Ayuntamiento de Tordesillas (Valladolid) tras impulsar una campaña ecologista contra el festejo conocido como el Toro de la Vega, celebrado en septiembre de 2006. Momentos antes de su desarrollo, una avioneta de Actyma sobrevoló la localidad con una pancarta en la que se podía leer 'Tordesillas, vergüenza humana".

La querella interpuesta por el Consistorio tordesillano recayó en el Juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid, cuyo titular decidió continuar la tramitación de las diligencias contra el dirigente ecologista por entender que pudo cometer un delito de injurias. El procedimiento sigue abierto y a la espera de juicio.