Proyecto hombre Valladolid atendió en el 2023 a 4.370 personas, 1.667 adultos y 2.673 familias y menores

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PROYECTO HOMBRE VALLADOLID - EUROPA PRESS
Publicado: jueves, 27 junio 2024 12:20

VALLADOLID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Aldaba-Proyecto Hombre en Valladolid, ha atendido entre los distintos programas de tratamiento, talleres y trabajo que se realiza fuera del centro, a un total de 4.370 personas, de las cuales 1.667 son adultos y 2.673 familias y menores.

Así lo ha asegurado, con motivo del Día Internacional contra el Uso Indebido y el Tráfico de Drogas, en rueda de prensa la Directora General de Fundación Aldaba, Mª Paz de la Puente, acompañada por el presidente de la Fundación, Luis Antonio Martínez, y la Subdirectora de Programas, Ana Macías.

En este marco, el presidente de la Fundación Aldaba, Luis Antonio Martínez, ha alertado también sobre "las dependencias y ludopatías dignas de ser tomadas muy en cuenta y muy en serio por la sociedad" que está generando el "mal uso de las nuevas tecnologías en niños y adolescentes y jóvenes".

"A la Fundación Aldaba llegan voces y ecos de personas de toda condición, edad, sexo y circunstancias vitales que precisan de ayuda", ha asegurado Martínez, quien también ha hecho referencia al "incremento de mujeres drogadictas, a las que se añade a ellas la violencia de género y las agresiones sexuales".

Asimismo, el presidente de Fundación Aldaba ha puesto de manifiesto "la problemática familiar que en algunos casos deriva en violencia filoparental que hace muy complicada y hasta algunos casos imposible la convivencia familiar" y "el aumento de la violencia en adolescentes con agresiones, bullying, serios intentos de suicidio que demandan ayuda y orientaciones urgentes".

"Hoy, donde el WhatsApp ha sustituido al teléfono, el mensaje a la conversación, el dato al pensamiento, la información a la comunicación, necesitamos urgentemente adoptar por la dignidad de las personas y apostar por ellas y crear y aporear espacios donde las personas más vulnerables se puedan recuperar", ha insistido Martínez.

Por su parte, la Directora General de la Fundación Aldaba en Valladolid ha afirmado que la problemática de las adicciones es "cada vez más poliédrica y necesita abordajes más flexibles y más individualizados, aunque estén insertados en metodologías más comunitarias como la comunidad terapéutica".

Además, ha insistido en que es "importante" hablar de valores y de lo que significa para las personas con las que trabajan, como la amistad, la familia o la educación de los hijos, ya que a veces "parece algo trasnochado pero para la Fundación los valores forman parte de su trabajo y su valor fundamental es la persona".

Asimismo, ha asegurado que "es necesaria una mayor coordinación entre las distintas entidades que trabajan en temas similares, ya que no pueden dar respuesta a todo para conseguir la inserción de estas personas".

"La Directora General ha destacado que la perspectiva de género se impone como una realidad, ya que hombres y mujeres son iguales desde un punto de vista deontológico y de derechos y deberes, pero bio-psico y socialmente diferentes, por lo que los programas de tratamiento deben incorporar estas diferencias", ha explicado Mª Paz de la Puente.

Por otro lado, la directora ha destacado el servicio integral para mujeres víctimas de violencia de género con consumo de drogas", ha asegurado De la Puente Martín. "Este dispositivo, que surgió en 2021 de la mano de la Junta de Castilla y León, "vincula a dos redes, la red de drogas y la red de violencia", ha explicado.

De la Puente ha insistido en que "un 70-80 por ciento de mujeres de la red de drogas han sido víctimas de violencia de género o víctimas de abusos en algún momento de su vida", por lo que "se vio muy importante generar un dispositivo específico que trabaje con estas dos realidades".

Asimismo, la delegada ha destacado que "la evidencia ha puesto de manifiesto que, en drogas, debe trabajarse y en violencia en grupos no mixtos. Es decir, los programas tienen que ser específicamente de mujeres y o específicamente de hombres".

Por último, la directora ha subrayado la importancia del "trabajo en inserción" y el "empoderamiento económico", especialmente en el caso de las mujeres, ya que "la mujer normalmente ha estado vinculada a entornos domésticos y de cuidado y tiene una historia de inserción más limitada y más empobrecida que el hombre, y también de formación".

PERFIL POR GÉNEROS

La subdirectora de Programas de Proyecto Hombre en Valladolid, Ana Macías Rodríguez, ha afirmado que "la media de edad que tienen los hombres con los que se trabaja son 40 años" y que "la droga de referencia por la que piden tratamiento es la cocaína, acompañada en un segundo momento del alcohol".

"Es verdad que cuando analizamos un poquito el perfil vemos que sí que han probado y ha formado parte de otras drogas, un poco de su historia de consumo, pero realmente la droga problemática por la que acuden a tratamiento es la cocaína", ha explicado Macías Rodríguez.

Según la responsable, "la edad de inicio de estas personas se ha situado en torno a los 19 años de la droga de referencia" y "llevan una media de 20 años de consumo de la droga de referencia". "Cuando acuden a tratamiento vienen respaldados de sus familiares, más del 90 por ciento acuden con apoyo", ha insistido Macías Rodríguez.

Asimismo, la subdirectora ha señalado que "un tercio de ellos tienen problemáticas relacionadas con la salud mental" y que "han tenido tratamientos previos antes de acudir a Proyecto Hombre".

Por otro lado, Ana Macías Rodríguez ha destacado la "doble estigmatización" que sufren las mujeres con problemas de adicción. "El impacto de los estereotipos y los mandatos de género las atraviesa a ellas, que son mujeres con un nivel de vulnerabilidad mayor", ha asegurado.

"Las mujeres acuden a nuestro servicio a una edad mayor, en torno a los 42-43 años, y la droga de referencia es la cocaína, aunque también vemos mucho consumo de alcohol y benzodiacepinas", ha explicado Macías Rodríguez.

Según la Subdirectora, "las mujeres suelen acudir solas a los programas de tratamiento por esa doble penalización y ese sentimiento de culpa, ya que han vivido el consumo de manera más oculta y en el entorno privado".

Además, ha señalado que "las motivaciones que tienen las mujeres para consumir son dar respuesta a malestares producidos por relaciones de pareja conflictivas con violencia de género, situaciones de nido vacío o problemas de salud mental", ha insistido.

Para concluir, ha afirmado que el tratamiento con estas mujeres es "diferencial", ya que se trata de "generar entornos de seguridad" y "fortalecer el apoyo entre ellas" para que puedan superar esta situación de vulnerabilidad.

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