VALLADOLID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Colegio Oficial de Psicología de Castilla y León (Copcyl) ha reclamado políticas y programas de prevención del suicidio "eficaces", así como apoyo a la ayuda que prestan los profesionales, ya que con ello se pueden "reducir" los cerca de 200 suicidios que se producen cada año en la Comunidad.
Con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra este martes, 10 de septiembre, el decano del Copcyl, Jaime Gutiérrez, ha recordado que las personas que se suicidan "no quieren morir, sino dejar de sufrir", y ha incidido en que es "fundamental conocer las señales de alerta de riesgo de conducta suicida para poder intervenir a tiempo".
Según el último estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2023, en Castilla y León se produjeron 194 suicidios, el 72 por ciento de ellos de hombres y el 28 por ciento, de mujeres. En España la cifra llega hasta los 3.952 y los expertos estiman que los intentos fallidos alcanzan los 8.000 casos, tal y como ha recordado el Copcyl.
En este sentido, los psicólogos han advertido de que a pesar de la visibilización que se ha logrado en los últimos años, las cifras de decesos se mantienen casi intactas desde hace una década. En total, la Comunidad contabiliza 2.228 muertes por esta causa desde 2014, una media de 222 cada año.
Por edades, el tramo de 50 a 59 años es en el que más casos registró en la Comunidad en el último año, con un total de 40, seguido del de 70 a 79 años, entre los que se produjeron 33 decesos por suicidio. En todas las franjas de edad se contabilizaron casos, salvo en la de menores de 15 años, en la que no hubo ninguno, y en todas ellas se dieron con mayor frecuencia en hombres que en mujeres.
En este contexto, el vicedecano del COPCYL, Jesús de Blas, ha subrayado que ha sido necesario poner sobre la mesa esta lacra que se cobra la vida de 4.000 personas en España cada año, pero, ha lamentado, que esta normalización "no sirve de nada si no va acompañada de una Ley Nacional de Prevención del Suicidio".
"La prevención tiene que llegar por esa vía para poder establecer estrategias para las situaciones de riesgo, aumentar las ratios de profesionales de la salud mental en Atención Primaria, dar un buen acompañamiento a los familiares y destinar un presupuesto", ha demandado.
DETECTAR LAS SEÑALES
Por último, los psicólogos han recalcado que es fundamental saber detectar las señales que alertan del riesgo de suicidio, ya que pueden ayudar a identificar a la persona que pretende poner fin a su vida.
"Siempre hay señales antes de un suicidio, ya sea frases, estados de ánimo, determinadas conductas u organización de papeleos", ha apuntado De Blas.
Para detectar la conducta suicida, el Copcyl ha creado un decálogo con comportamientos previos al suicidio y que pueden ir desde manifestar de profunda pérdida del sentido de la vida, expresando verbalmente sentimientos de desesperanza, hasta cambios en la apariencia personal o desinterés por actividades previamente disfrutadas.
Otra señal de alerta son las verbalizaciones relacionadas con la muerte o la soledad, expresiones que reflejan un sufrimiento profundo y no deben ser minimizadas. "Validar estos sentimientos y tomar en serio las advertencias verbales es esencial para intervenir a tiempo y ofrecer el soporte necesario", ha indicado el vicedecano del COPCYL.
La disminución significativa de relaciones sociales, incluyendo el aislamiento repentino y la retirada de actividades sociales, es un indicador preocupante de riesgo de suicidio. Las personas en riesgo pueden evitar el contacto social, lo que agrava su sentimiento de soledad. Fomentar una red de apoyo social y mantener una relación de confianza son acciones "clave" para evitar que la persona se aísle completamente y pueda recibir ayuda adecuada, ha aseverado el Copcyl.