Felicita a la policía por su actuación ante unos hechos "terribles" porque se ha evitado que ocurriera algo que podría haber sido "peor"
VALLADOLID, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha asegurado que Rondilla es un barrio "tranquilo" pese a la muerte el pasado sábado de tres personas, dos de ellas con signos de violencia, hechos que ha calificado de "puntuales".
Puente, quien ha visitado este martes las obras del nuevo centro de control de Auvasa en el Polígono de Argales, ha pedido dejar trabajar a la policía ante unos hechos "complejos" tras la detención del presunto autor de la muerte de estas tres personas, entre ellas su pareja y la madre de ésta, y de la agresión posterior a dos matrimonios de la misma zona.
Ante la investigación en marcha, ha incidido en que es mejor dejar trabajar a la policía y que la información la proporcione ella, por responsabilidad y porque, además, le "consta" que el juez instructor ha pedido "el máximo sigilo".
En este marco, el primer edil ha felicitado a la policía por el trabajo que ha hecho, que cree que "ha evitado males mayores", tras lo que ha agregado que "podía haber sucedido algo, algo todavía peor" que no ha sucedido gracias a la rápida actuación.
Puente ha señalado que lo "fundamental" es que se esclarezcan los hechos y que el responsable o responsables de los mismos hechos paguen las consecuencias "conforme a derecho".
A continuación, ha lanzado un "mensaje de tranquilidad" a los vecinos porque Rondilla "es un barrio tranquilo" y, aunque han sucedido unos hechos "terribles", son "puntuales" y no responden a la situación "de fondo".
"La investigación está en una fase muy inicial, muy inicial. Por tanto, yo creo que debemos aprender incluso pues de algunos se sucesos ocurridos en el pasado reciente. Creo que la prudencia es la mejor consejera en este caso", ha indicado.
A DISPOSICIÓN JUDICIAL
Puente ha hecho declaraciones en el día en el que se ha conocido que el presunto autor de los hechos ha pasado a disposición judicial en la misma jornada en la que la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, y de la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco LLamas, han asistido a un acto de condena de violencia de género, como se considera la muerte de la mujer más joven.
Al detenido, A.Y, de 43 años y origen marroquí, la Policía Nacional le sitúa como presunto responsable de los tres crímenes y de las agresiones a dos parejas ocurridos entre la tarde y la noche del pasado sábado, con lo que todo apunta que en las próximas horas quedará ingresado en prisión provisional, comunicada y sin fianza.
Su detención se produjo sobre las 23.00 horas del sábado en la calle Góngora, al poco de agredir a dos matrimonios de avanzada edad tras intentar entrar a sus casas y después de que, supuestamente, dejara tres víctimas mortales en otros dos pisos del mismo barrio, entre ellos su pareja y la madre de ella.
La primera de estas agresiones se produjo sobre las 22.30 horas en la calle Amor de Dios y la segunda, a las 22.50 horas, en la calle Gutiérrez de Cetina. Este último matrimonio tuvo que ser trasladado al hospital debido a las lesiones que sufrió. Según la investigación de la Policía, la intención del agresor era introducirse en los domicilios de sus víctimas, algo que no consiguió.
Todas estas calles se encuentran en el vallisoletano barrio de Rondilla. La Policía había desplegado un importante dispositivo en este barrio para esclarecer los homicidios de tres personas que habían ocurrido a primeras horas de la tarde.
Los agentes investigan la relación de este caso con la muerte violenta de dos mujeres y un varón. Se da la circunstancia de que el detenido era el marido de la mujer de 54 años que apareció muerta en una vivienda de la calle Linares. En ese mismo piso se encontró también el cuerpo sin vida de la madre de la anterior. Tenía 78 años. Posteriormente, en el piso se declaró un incendio, supuestamente provocado.
Así mismo se investiga la posible relación del detenido en la muerte también violenta de un varón de 72 años en la calle Marqués de Santillana, muy próxima a la calle Linares. En este caso, en el piso en el que ocurrieron los hechos, se produjo igualmente un incendio.