VALLADOLID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha defendido este martes que no ha tomado él sólo la decisión sobre los cambios de nombres en las calles, pues ha recordado que la eliminación de referencias franquistas en el callejero "era una propuesta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y de algunos grupos municipales" y que la denominación de Miguel Ángel Blanco responde a un acuerdo del Pleno.
En declaraciones a los medios de comunicación, Puente ha considerado que, con respecto a los cambios de nombres en siete calles de la ciudad que anunció hace dos semanas, no cree que "lo más destacable" sea la polémica por "un nombre que no se ha puesto", como es el de Rigoberta Menchú, el cual anunció inicialmente para sustituir el de la calle Fernández Ladreda, pero finalmente optó por el de Pilar Miró debido a que la activista indígena se había pronunciado en contra de la "represión" policial en Cataluña durante la jornada del Referéndum en Cataluña.
Asimismo, ha defendido que no tomó él "sólo" la decisión sobre los cambios de nombres, pues ha recordado que el del concejal del PP asesinado por ETA Miguel Ángel Blanco, que se puso a la antigua calle José Luis Arrese, fue "fruto de una moción en el Pleno" y que "el resto de nombres" que se han modificado por su vinculación franquista "era una propuesta de la ARMH y de algunos grupos municipales".
"Las decisiones no se toman arbitrariamente", ha aseverado Puente, quien ha preferido quedarse con que "ya no quedan calles en el callejero vinculadas al Franquismo" y que los siete que se ponen "no generan controversia".
A juicio de Puente, el asunto de los nombres de las calles "está bastante agotado", pues considera que el proceso "se puede dar por culminado con la última decisión", anunciada el pasado 4 de octubre y que afectaba a siete calles. De hecho, ha apuntado que no cree que en el presente mandato "vaya a haber más cambios".